Édgar González (01-04-1997, Sant Joan Despí) se ha convertido en una de las noticias positivas del Betis esta temporada. Su irrupción como pivote, de la mano de Rubi, ha dotado al conjunto verdiblanco de equilibrio en la decena de partidos (siete de Liga y tres de Copa) que ya ha jugado con el primer equipo. Ahora, tras cumplir el sueño de debutar en Primera División, espera pasar más años defendiendo la elástica del conjunto de Heliópolis.

–¿Cuál es su situación contractual con el Betis en estos momentos?

–Realmente me queda un año más de contrato. Es un año más con el filial, no del primer equipo, pero al final es una situación distinta ahora a la que tenía cuando empecé este año. He debutado y jugado ya unos pocos partidos. Ya han contactado conmigo para intentar renovar nuestro contrato. Yo estoy muy contento aquí. El Betis me ha dado la oportunidad que quería tener de pequeño. Tengo muchas ganas de estar más años en el Betis, estoy cómodo y mi intención es seguir aquí el máximo de tiempo posible. Es un proceso largo, pero estamos en el principio.

–¿Cómo fue esa primera toma de contacto? Su intención de seguir en el Betis percibo, entonces, que es muy clara...

–Ahora estamos en un situación difícil por lo que estamos viviendo, pero sí, desde el principio que debuté, el club me ha transmitido confianza. De momento no hemos hablado firmemente nada, pero por su parte y la mía tenemos claro que queremos renovar y ampliar el contrato en unos cuanto años. Estoy agradecido al club y a la confianza que me ha dado, y tengo ganas de estar más años aquí. Son conversaciones como las que se tienen muchas durante el año. No hay nada casi hecho ni casi hablado, pero sí nos hemos puesto en contacto y la intención de las dos partes está ahí.

–De su debut en el choque ante el Valencia, ¿qué recuerda? Se le vio muy tranquilo y con confianza en el terreno de juego...

–La tranquilidad, en apariencia, porque por dentro, en aquel partido ante el Valencia, estuve en los momentos previos muy nervioso, como es normal. Es un paso importante, mucha responsabilidad, pero desde el cuerpo técnico y los compañeros me transmitieron confianza y tranquilidad. Me dijeron que jugara tranquilo y eso me sirvió mucho para poder afrontar aquel partido con confianza. Por suerte salió bien. Estoy muy contento con casi la mayoría de partidos que he jugado. Espero que pase esta situación para volver a la normalidad y seguir disfrutando.

–¿Hubo algún compañero en especial que le diera consejos de cara aquel estreno en la máxima categoría?

–Todos, desde el principio, en ese mismo día previo al Valencia, me dieron consejos. Tanto Bartra como Guardado, Javi García, que ha jugado muchos partidos en esa posición; Sergio Canales, también… Todos han aportado su granito de arena. El míster también me dio mucha confianza y me dejó claro la función que quería de mí. También me corrige errores, pues tengo mucho margen de mejora. Han sido los únicos 10 partidos que he jugado ahí en mi vida. Tengo que aprender de todo esto para al final convertirme en un mejor jugador de lo que lo soy ahora mismo.

–Entonces, ¿nunca antes jugó en el puesto de pivote?

–Nunca, nunca… Para mí es una posición nueva. Incluso en el Betis, los que siguen al filial me habrán visto siempre de central, nunca de pivote. Es una posición que siempre me había llamado la atención porque me podía sentir cómodo, pero nunca había jugado ningún minuto de pivote. Rubi me dio confianza, me he sentido cómodo y estoy contento.

–¿En qué cree que tiene que mejorar todavía?

–Al final, un poco en todo. Soy un futbolista joven que lleva diez partidos en Primera. No obstante, tengo que evitar alguna pérdida que he tenido en zona peligrosa, robar el máximo de balones posible, la colocación en el campo entenderla un poco mejor… Hay aspectos tácticos que debo seguir puliendo. Cuando limite más estos errores seré mejor futbolista. Creo que es una cuestión de tiempo.

–¿Se fija usted en algún pivote específico de LaLiga del que aprender?

–En cuanto a mis compañeros me fijo en todos. De los centrales tengo compañeros de equipo de gran nivel. En cada entrenamiento estoy aprendiendo mucho porque me fijo en ellos. Después, de cara a otros futbolistas, está el caso de Busquets, que es un pivote que lleva muchos años siendo el mejor en esa posición. Me fijo en él en cuanto a sus movimientos tácticos. Puedo coger informaciones de otros jugadores, pero al final es una cuestión de jugar más partidos e ir mejorando poco a poco.

–Y Rubi, ¿qué le pide exactamente que haga en el campo?

–Es una posición en la que hay que adaptarse a lo que pide el partido. Cuando hay que sacar el balón buscando superioridad pues ponerse en tres centrales, después defensivamente siempre estar en medio campo por delante de los centrales. Es una posición híbrida entre el pivote y el tercer central. Es saber interpretar lo que necesite el equipo en cada momento.

–Creo, entonces, que ahí está la clave. Hacer una buena lectura e interpretación del juego será fundamental en su función dentro del equipo...

–Hay que estar muy atento. Cada partido tiene unas instrucciones claras para ver cuándo estar más de central o de pivote. Depende del rival hay unas variantes. Es cuestión de interpretar en qué momento hacer una cosa u otra, pero hacerla bien.

–Aparte de futbolista, ¿cómo ha asimilado a nivel psicológico todo lo que ha vivido estos meses atrás con su salto definitivo al primer equipo?

–Al final, este año para mí ha sido un cambio muy importante. Soy el mismo ahora que antes de debutar, pero he vivido muchas experiencias nuevas. No es igual jugar en el filial del Betis o en Cornellá que en el Villamarín ante tanta gente. Es un ejercicio de madurez y responsabilidad porque defiendes este escudo, unos valores y a una afición como la del Betis. Es un ejercicio de madurez y crecimiento personal.

–En todo este proceso como futbolista que está viviendo le pregunto por un nombre propio: José Juan Romero. ¿Qué ha significado para usted haber estado a las órdenes de este entrenador?

–Fue un técnico muy importante para mí. Me dio mucha confianza en el filial. Es un entrenador que ha ayudado a que jugadores del filial den un salto al primer equipo. Aprendí mucho el año pasado. Su estilo de juego es similar al de Setién y al de este año, en aspectos tácticos de salida del balón, presión muy arriba… Y en el plano personal es cercano al futbolista, te transmite los errores siempre de cara. Tengo muy buena relación con él. Es un diez como persona y estoy contento por el hecho de que está disfrutando donde está ahora. Ojalá logre muchos éxitos.

–Volviendo a la actualidad, ¿cómo lleva el confinamiento?

–Es una situación complicada. Estoy solo. Mi novia está acabando la carrera en Barcelona y va viniendo cuando puede, pero ahora ha coincidido que está en Barcelona y estoy aquí solo. Se hace un poco complicado, pero intento ser lo más positivo posible. Hay que intentar ser positivo y pensar que esto va a acabar en algún momento y hay que intentar estar listo para ello. Tenemos la responsabilidad de estar preparados en casa y preparados para competir.

–¿Qué opinión tiene del acuerdo entre el club y los jugadores para la reducción salarial?

–En principio me afecta también. Es algo que se ha llegado a un acuerdo para la viabilidad del club, que los trabajadores del club puedan percibir su sueldo. Creo que es algo que se tenía que hacer porque es una situación extraordinaria. Creo que todos tenemos que ayudarnos.

–¿Es partidario de jugar con público o sin él?

–Yo creo que lo primero es la salud de las personas. Hay unos expertos que están estudiando el tema y sus decisiones serán las que tengamos que aceptar. Lo más importante es la salud de todos. Evidentemente soy partidario de jugar a puerta abierta siempre. El fútbol es de los espectadores. No me imagino un concierto sin espectadores y me cuesta ver un partido sin afición. Pero es una situación extraordinaria, si los expertos consideran que se tiene que reanudar sin púbico es lo que habrá que hacer. Tenemos que adaptarnos a la situación que hay.

–Y cuando vuelva la competición, ¿qué objetivo se marca el vestuario en las once jornadas que restan?

–Ningún momento es bueno para que pase lo que ha pasado, pero fue una gran inyección de moral ganarle al Madrid. Creo que veníamos haciendo buenos partidos anteriores. Ante el Barça en casa, en el campo del Valencia fuimos superiores en muchas fases del partido y no merecimos perder. Hubo partidos que por errores propios o mala fortuna se nos escaparon puntos y estábamos dolidos porque estábamos trabajando mucho y los resultados no salían. En estos once partidos tenemos la ilusión de poder volver a competir y ganar los once. Siempre estamos con la intención de ganar todo. Hay que pensar en el rival que toque esa semana y estoy seguro de que con esta ambición y actitud podemos conseguir sacarlos para estar arriba, seguro.