El Betis se cae en lo más llano

Desde mi córner

Tras contrarrestar el golazo de Larsen, el viento viró y, además, sufrió otra expulsión

CUANDO la fiesta prevista parecía hacerse realidad y en el minuto 41 ganaba el Betis, Miranda debió marcar el 3-1, no lo hizo, a continuación devolvía las tablas Gabri Veiga y el viento cambiaba. Batacazo del Betis en un día propicio para acercarse a la zona soñada y aunque el partido discurrió en modo enloquecido, la debacle tiene su explicación y es la permeabilidad mostrada por un equipo que se caracterizaba por todo lo contrario.

Decíamos en la previa que el objetivo se desdoblaba, ya que consistía en ganar y también en no ver tarjeta roja, algo que se ha hecho compañero de viaje en esta campaña tan exitosa del Betis. No logró ninguno de los dos, ya que Luiz Felipe caía en la trampa de Iago Aspas y sufría una expulsión más. Tercera expulsión en su primera temporada española y es algo que deberá tenerse en cuenta porque no es de recibo que sea tan contumaz en el comportamiento desordenado.

Tampoco logró el Betis el objetivo principal en una jornada en la que todo el viento soplaba de popa y la verdad es que se vio un gran Betis capaz de darle la vuelta al golazo de Larsen antes de romper a sudar. De momento el gol del ariete vigués estará en todo lo alto de la tabla que califique las dianas del curso. Empataba Juanmi enseguida y el Betis era una máquina de hacer fútbol para que Canales le pusiese la guinda a una jugada de ensueño. Pero, ay, llegó el fatídico minuto 41.

Ahí roló el viento y no le sopló de popa más a un Betis que mostró una fragilidad defensiva impropia bajo el mando de Pellegrini. El Celta marcó en sus cuatro primeros tiros a puerta y, cuesta arriba, el Betis se dejó la piel sin éxito. Tuvo ocasiones sobradas para arreglar aquello y una de Abner es difícil de explicar cómo no acabó en gol. Era el día adecuado para asentarse en las alturas, pero el Betis se cayó en lo más llano y cuando más fácil lo tenía. Además, otra expulsión.

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