Real Betis - Real Madrid | La crónica

El Betis pasa del uno a cero al cero a uno

  • Los verdiblancos, sin ser inferiores, caen contra un Real Madrid con más acercamientos peligrosos que ellos

  • El partido se decantó de forma definitiva en una opción de Juanmi que se convirtió en el gol de Carvajal

  • Las imágenes del Betis-Real Madrid

Carvajal empalma el balón que le dio el triunfo al Real Madrid en el Benito Villamarín.

Carvajal empalma el balón que le dio el triunfo al Real Madrid en el Benito Villamarín. / Antonio Pizarro

Otra semana más y el Betis deberá trabajar duro durante el parón de las selecciones para arrancar de una vez. Los verdiblancos, por mucho que esta vez tengan el eximente de haberse medido al Real Madrid, no han comenzado bien el curso y la realidad de los números dictamina que tienen sólo dos puntos cuando ya todos los equipos se han peleado por nueve en las tres primeras jornadas. Que la lucha contra uno de los colosos, frente al Real Madrid, llegó hasta el aliento final, hasta el punto de que Montoya pudo empatar en el minuto 97, absolutamente cierto y, por tanto, irrebatible por nadie, pero ni el más furibundo de los seguidores de la fe radicada en Heliópolis podrá objetarle absolutamente nada al triunfo de los madridistas en esta ocasión.

No fue un partido muy definido hacia un lado o hacia otro, tampoco eso, pero en el cómputo global de los acercamientos hacia la portería contraria es evidente que Rui Silva lo pasó mal más veces de lo que lo hizo Courtois. El fútbol, sin embargo, no se mide como en el boxeo a los puntos, la única verdad de este deporte consiste en marcar un gol más que el rival y, desgraciadamente para el Betis, Carvajal la introdujo entre los tres palos y ninguno de los futbolistas que defendían la elástica verdiblanca fue capaz de hacerlo al revés.

Paradójicamente, todo se decidió en una de esas acciones correlativas que son capaces de dejar sin dormir a los profesionales. Carvajal superaba a Rui Silva en el minuto 61, pero en ese mismo minuto 61 tuvo el Betis la mejor ocasión para haberse plantado en solitario delante de Courtois para tratar de superarlo. Juanmi ganó un balón increíble en la pelea con un Militao que se iba por los suelos y después con Alaba cuando éste acudió al rescate. El malagueño tenía un dos contra uno fácil con Aitor Ruibal, pero cuando trató de buscarlo de forma precipitada le regaló la pelota al joven Miguel Gutiérrez, el único que cerraba en la defensa madridista.

Fue la acción clave, como suele haber muchísimas en el fútbol, pero en este caso evidentemente más, pues en la jugada siguiente fue cuando llegó el gol madridista. Como establece el tópico de los análisis balompédicos se pasó del posible uno a cero al efectivo cero a uno en un intervalo inferior a los 60 segundos. ¿Injusto? Valórenlo como le apetezca a cada uno según las filias y las fobias que tengan en lo referente a los colores, pero la realidad es que ahí viró absolutamente todo a favor de la causa madridista.

El trabajo que había planteado Pellegrini desde el inicio se había venido abajo de manera irremediable. Porque el Betis peleó lo indecible, trató de saltar el muro de la superioridad económica y futbolística del rival, por mucho que aún no tenga a Mbappé y no se sepa siquiera si lo va a llegar a tener, pero al final cayó fruto de la impotencia de haber sido superado por el juego combinativo de la tropa de Ancelotti, que también tuvo su mérito, dicho sea de paso.

Pellegrini, como era previsible desde las previas, trató de buscar un mayor equilibrio con la combinación de sus piezas. El chileno apelaba a sus dos argentinos, el último en llegar y el eje principalísimo del medio centro, para que el Betis fuera un equipo mucho mejor posicionado siempre y que no se viera superado por el Real Madrid. A Guido, además, lo acompañaba en el centro con Guardado como escudero y con Canales para completar un triángulo con conceptos defensivos y también creativos. Arriba la sorpresa era la presencia de Juanmi en lugar de Borja Iglesias, pero lo demás estaba todo dentro de lo previsible.

¿Quiero esto decir que el Betis no iba a sufrir contra este Madrid? En absoluto, a los cinco minutos pudo marcar Benzema y sólo dos después la tuvo Militao ante Rui Silva. Sin embargo, ese arreón no se prolongó mucho en el tiempo, hasta el punto de que Fekir obligaría a lucirse a Courtois en el 11. La cosa había comenzado bien para el aficionado neutral, para allá y para acá con peligro verdadero en ambas zonas del campo.

Pero tampoco se iba a prolongar en el tiempo, ya todo tendería a la calma, a los intentos y a las intercepciones de la pelota, lo que beneficiaba a un Betis que iba creciendo en sus creencias. Tanto es así que antes del intermedio Canales le dio un buen susto a Courtois en un centro-chut (29’) y Juanmi volvió a probar al belga ya antes del intermedio (41’).

Al descanso se llegaba con el duelo sin definir, con los dos equipos lamentándose de sus opciones y sin tener en cuenta que el rival también las había tenido. Restaba por ver quién volvería más enchufado y ese fue un Real Madrid mucho más mandón y que no se adelantaba por la impericia de Vinicius Júnior en los remates (54’).

Llegaría la jugada clave con el paso del 1-0 al 0-1 y ya todo sería un quiero y no puedo por parte de Pellegrini y su batallón. El chileno apeló a Camarasa, Tello, Borja Iglesias y Joaquín sucesivamente, pero su ocasión más clara no llegaría hasta ya al filo del epílogo. La tuvo Montoya, paró Courtois y el Betis se va al parón con sólo dos puntos.

Lógicamente, sería una insensatez sacar conclusiones definitivas a estas alturas, pero el Betis sólo ha sido capaz de sumar dos puntos de nueve cuando aún no está exigido por la competición europea. Mimbres tiene y al encargado de construir el cesto lo llaman Manuel y se apellida Pellegrini, así que cabe confiar en su sapiencia.

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