Betis

Un reto todavía por superar

  • El Betis necesita mejorar sus registros ante los equipos de la zona Champions

  • La cita en Leverkusen y el derbi, los próximos desafíos

Manuel Pellegrini, en el Metropolitano.

Manuel Pellegrini, en el Metropolitano. / Europa Press

La derrota en el Metropolitano dejó una sensación amarga en el beticismo. Con atenuantes antes y durante el encuentro, el Betis ofreció una imagen alejada del equipo competitivo que había goleado al Valencia días antes. La entidad del rival, el actual campeón de Liga, penalizó los errores del equipo verdiblanco, una constante cada vez que ha enfrentado a equipos de la zona Champions.

Las cinco derrotas del Betis en este 2021 han llegado ante los equipos grandes. Las dos de la segunda parte de la pasada campaña se produjeron ante Barcelona y Sevilla; las tres de ésta han venido ante Real Madrid en la tercera jornada (0-1), frente al Villarreal, justo antes del anterior parón (2-0) y la del domingo ante el Atlético de Madrid (3-0). Y es que el Betis de Pellegrini acumula tres empates y seis derrotas en sus duelos ante los cuatro primeros clasificados del pasado campeonato.

Las razones para esos registros pueden ser variadas. Desde el salto de nivel que implica medirse a los equipos más poderosos, que también manejan presupuestos superiores, a los propios planteamientos del Betis de Pellegrini, más preocupado en intentar asegurar los puntos ante sus teóricos iguales, que son los que le han permitido elevarse en la clasificación.

Nabil Fekir, en el banquillo del Metropolitano. Nabil Fekir, en el banquillo del Metropolitano.

Nabil Fekir, en el banquillo del Metropolitano. / Europa Press

También existen razones físicas. El Betis sumó tres victorias y un empate en los cuatro primeros partidos de este tramo del calendario, que los jugó en apenas nueve días. Aunque Pellegrini le ha ido funcionando su política de rotaciones, jugadores como Fekir, que había sido titular en todos los encuentros, o Guido Rodríguez, habían llegado justos al Metropolitano. Además, la experiencia del anterior parón, cuando el equipo bético llegó al límite de energía a Villarreal, en el último partido de ese ciclo, provocó que Pellegrini variase el planteamiento, teniendo en cuenta que el Betis se juega el jueves la primera plaza en la Liga Europa y que el domingo el Sevilla es el visitante en el Benito Villamarín.

Precisamente, esos dos encuentros supondrán un nuevo desafío para los heliopolitanos, dentro de esos enfrentamientos ante equipos del más alto nivel. El Bayer Leverkusen, aunque ahora atraviese una crisis de resultados, es un equipo confeccionado para disputar la Liga de Campeones; el Sevilla de Julen Lopetegui es un bloque consolidado entre la élite del fútbol español, por lo que no sólo la rivalidad será un aliciente para afrontar ese choque.

La buena dinámica de los meses de septiembre y octubre había disparado las expectativas de los aficionados verdiblancos, que sufrieron un baño de realidad ante el Atlético. El Betis ofreció una versión menor y por debajo de la esperada, con esa rotación que esta vez fue diabólica y con una actitud competitiva alejada a la de sus mejores días. Un borrón en el camino que Pellegrini y sus jugadores querrán recomponer en los dos últimos encuentros de ese ciclo de partidos, para recuperar la sonrisa antes de la próxima pausa de selecciones y para superar ese nuevo reto que implicaría otro salto hacia delante.

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