Huesca - Betis | La pizarra

El Betis sucumbe en lo que no es el toque

  • El equipo de Setién no igualó la intensidad del rival y su calidad mandó sólo un rato

Tello se marcha de Cucho Hernández.

Tello se marcha de Cucho Hernández. / Javier Blasco (Efe) (Huesca)

Era un partido que encerraba el peligro de no manejar todo lo que rodea a lo que mejor hace este Betis, tocar la pelota. Y esos temores se hicieron carne hasta consumar una derrota muy dolorosa por sobrevenir en una remontada, ante un colista que no había ganado aún en El Alcoraz y tras haber rematado los de Setién una sola vez entre los tres palos del portero Santamaría, la del penalti ejecutado, y no muy bien, por Sanabria. Pésimo arranque de un año preñado de ilusiones más que justificadas en la parroquia verdioblanca, consciente de que la plantilla es para acabar entre los seis primeros.

Defensa

El Huesca hostigó con eficacia la arriesgada salida del balón de los béticos desde Pau López. Las pérdidas de Feddal, más alguna de Javi García e incluso de Bartra, ésta en la media luna, pudieron resultar letales, pero ahí afloraron las limitaciones ofensivas del colista y los errores no fueron a más. Miramón por la derecha y Ferreiro por la izquierda se manejaban con vivacidad a la espalda de los carrileros, Francis y Tello, y por dentro el Cucho explotaba la lentitud de Javi García en el puesto de pivote.

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Eran amagos que se diluían una y otra vez, pero el Huesca no se rindió y tras rozar el empate al minuto del penalti, agradeció un confiado pase de Tello en la derecha, y el error de Bartra al descuidar la incorporación de Ferreriro al segundo palo, para empatar y desarbolar a los béticos, que se quedaron bloqueados. El 2-1, con otra desatención tras un despeje a balón parado, es reflejo vívido de cómo los aragoneses lo vivieron más de principio a fin.

Ataque

Tanto dibujar un partido para tipos de barba cerrada en los análisis previos, con tanto tiempo para pensar además en ello durante el parón navideño, y el Betis que salió en consecuencia sin Lo Celso ni Joaquín, y con Javi García de escudero de William Carvalho. Y arriba, dos puntas para aprovechar ese fútbol más físico, de balón dividido y segundas jugadas.

Entre la nula profundidad de Francis por la derecha y Tello por la izquierda, y la blandura de los puntas en las pequeñas batallas con los centrales, quedaron William Carvalho y Canales en un islote interior sin respuesta.

Setién falló en su planteamiento inicial, pero acertó al cambiar a Tello de banda. La izquierda siguió siendo un ala ciega, pero en la derecha, el catalán arrancó la moto, provocó el penalti, debió sentenciar el 0-2 y puso otro balón envenenado.

Cuando salieron Guardado por Feddal –Javi García pasó a central y Carvalho se retrasó– y Lo Celso por Loren, ya con 0-1, el Betis tuvo una fase de control con la pelota y pudo sentenciar en las dos incursiones de Tello.

Virtudes

Tello va a más en el ala derecha.

Talón de Aquiles

La intensidad, física y mental, es vital. Sin ella, el toque se diluye.

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