William Carvalho, el capitán en el frente

El partido del Betis | Análisis

El Betis, bajo el magisterio del centrocampista portugués, aprovecha su buena puesta en escena para colocarse en ventaja

A falta de un matador, control para dormir el encuentro

Así jugaron los futbolistas del Betis

Las imágenes del Betis-Valladolid
William Carvalho celebra su gran gol junto a Borja Iglesias y Fekir. / Antonio Pizarro
Samuel Silva

21 de septiembre 2020 - 06:55

Sevilla/El Betis exhibió de nuevo esos atributos colectivos que Manuel Pellegrini ha inyectado en tiempo récord. Sólo han transcurrido dos jornadas de Liga, pero los heliopolitanos muestran solidez, intensidad y un libreto claro de cómo quieren llegar a la portería contraria con toques rápidos y verticalidad. La puesta en escena, con una presión en el campo contrario en la que participó hasta Fekir, desarboló al mismo Valladolid que había sorprendido los dos años anteriores en el Benito Villamarín.

El Betis se comportó como un ejército fiel al mensaje de su mariscal y con un William Carvalho que se manifestó como el capitán en el frente. El magisterio del portugués, coronado con un golazo, le dio ritmo y pausa, lo que era necesario en cada momento del encuentro.

La pizarra del Betis
La pizarra del Betis / Elaboración propia: Dpto. de Infografía

Había partido Pellegrini con ese 4-2-3-1 ya habitual y con el mismo once que dispuso en Vitoria, aunque esta vez Fekir apareció más centrado y Joaquín desde la banda derecha. Tampoco importó demasiado, ante la movilidad de esa línea de mediapuntas para generar espacios y aprovechar la velocidad del balón que le otorgó William a la salida del equipo.

Con 20 minutos de gran fútbol, el Betis tomó ventaja en el duelo y luego supo administrar el balón para dormir el juego, una vez que los cambios de Pellegrini no encontraron la manera de ampliar la ventaja para sentenciar con antelación.

Defensa

Si el Betis acumula dos porterías a cero es gracias al compromiso colectivo. La fuerte presión ejercida en el campo contrario, y en la que participaron también el doble pivote y los centrales con la anticipación, asfixió a su rival, que apenas se acercó durante el primer tiempo.

Con el esfuerzo acumulado, los verdiblancos sí empezaron a dejar más espacios en la zona central, lo que aprovechó el Valladolid para acercarse a las inmediaciones de Claudio Bravo, pero tampoco se rompió el equipo como en otras ocasiones al mantener una buena organización defensiva casi todo el tiempo.

Ataque

Este Betis no se entretiene en pases inocuos y sí busca llegar con rapidez al área rival. La movilidad de los mediapuntas genera espacios por dentro y deja las alas para los laterales, que, sin descuidar sus tareas defensivas, llegaron al ataque, sobre todo en el primer tiempo.

Fekir ejecuta el penalti del 1-0.
Fekir ejecuta el penalti del 1-0. / Antonio Pizarro

Con Guido cubriéndole las espaldas, William se sintió más liberado, lo que le permitió guiar el juego de ataque e incluso ganar metros en el campo rival como en esa acción que significó el 2-0 tras enganchar un gran disparo.

Buscó Pellegrini más velocidad con los cambios para sentenciar el duelo, pero ni Tello, ni Juanmi ni Sanabria estuvieron acertados en esas oportunidades que sí tuvieron en la recta final.

Virtudes

El Betis empieza a encontrar ese equilibrio necesario para ganar y ganar, con solidez atrás y rapidez y verticalidad en fase ofensiva.

Talón de Aquiles

Cuando bajó el físico concedió metros; debió sentenciar antes al contragolpe.

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