La idea del ‘Turco’ Mohamed
Betis-Celta | Informe del rival
El entrenador argentino dota al Celta de un estilo de juego de posesión y verticalidad liderado por Iago Aspas
Los celestes, irregulares en defensa
El Celta visita Heliópolis después de haber puesto fin a una mala racha de tres empates y tres derrotas con el triunfo en la última jornada frente al Eibar (4-0), lo que supuso un importante balón de oxígeno para su entrenador, Ricardo Antonio Mohamed Matijevich, El Turco. El entrenador argentino se convirtió el pasado verano en la gran apuesta del club vigués para reemplazar a Juan Carlos Unzué, y a pesar de las dudas iniciales, de momento, aguanta al frente de un equipo que sigue apostando por un fútbol alegre y ofensivo, liderado por un nombre propio: Iago Aspas.
El internacional español sigue siendo otra temporada más el gran líder del Celta, y la prueba es que suma hasta el momento 8 de los 17 goles a favor que acumulan los de Balaídos. A esto hay que sumarle el papel del otro goleador celtiña, el uruguayo Maxi Gómez.
Sin balón
El Celta sufre mucho cuando no tiene la pelota en su poder, y por eso suele realizar una presión fuerte que comienza en los hombres de ataque o en el referente ofensivo, en función del 4-4-2 o 4-2-3-1, que suelen ser los dos esquemas más utilizados por Mohamed, que como visitante también ha empleado los tres centrales. La medular suele estar formada por dos hombres que buscan tener rápido el esférico, Lobotka y Fran Beltrán, aunque el primero será baja tras lesionarse en la Copa.
Sin el control del juego es donde aparecen los puntos débiles del Celta actual, que sufre mucho en los ataques del rival por las bandas y a la hora de frenar los contragolpes, dejando muchos espacios atrás debido a su fútbol de ataque. Por ello, las críticas aparecieron muy pronto hacia la figura del actual inquilino del banquillo celtiña, un apasionado del juego alegre y de los espacios.
Con balón
El fútbol del Celta suele comenzar desde atrás. Los centrales, normalmente Roncaglia y Cabral, buscan tanto a los centrocampistas –Fran Beltrán y todo apunta al turco Okay– para que éstos comiencen a mover a su equipo, siempre con un fútbol de pases cortos pero vertical, y con muchos apoyos, como a Emre Mor, a veces el tercer centrocampista de enganche con Aspas, siempre que éste actúa como único punta. Boufal y Brais Méndez suelen actuar en las bandas, donde también tienen mucha vocación ofensiva tanto Hugo Mallo, por la derecha, como Juncà por la izquierda, además de dominar los celestes otros aspecto fundamental: las acciones a balón parado.
Así, el Celta funciona de una manera muy diferente cuando tiene el balón a cuando no lo posee, destacando la pegada que tiene dentro de las numerosas ocasiones de peligro que suele generar durante los partidos.
Lo mejor
Iago Aspas, que atraviesa por un momento dulce, como demuestra el hat-trick que le hizo al Eibar.
Lo peor
No suele controlar los partidos, y cuando va por debajo en el marcador deja muchos espacios al rival.
Boufal, visión de juego y mucha clase
Sofiane Boufal (París, Francia, 17-09-1993) se formó en la cantera del Angers, hasta que en enero de 2015 fue traspasado al Lille, terminando su primera media temporada en el equipo rojillo con un total de 3 goles y 6 asistencias en 16 partidos. En la campaña 2015-16, pese al flojo rendimiento del Lille, Boufal se erigió como el mejor futbolista de su equipo, lo que suscitó el interés de diferentes clubes europeos, de ahí que en agosto de 2016 fuese fichado por el Southampton, donde no tuvo mucho protagonismo por una lesión de rodilla. Ante esta situación, el francomarroquí decidió probar fortuna en la Liga en el Celta, al que llegó este verano pasado cedido con opción de compra. Y de momento su rendimiento está siendo bueno, con un bagaje de dos goles y una asistencia en ocho partidos, demostrando su calidad como extremo o como medio centro ofensivo, siendo un futbolista muy eléctrico.
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