La Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE) es una enfermedad degenerativa que disminuye gradualmente la visión central y que es la principal causa de ceguera legal en España, donde la sufren más de 800.000 personas y la primera causa de ceguera en mayores de 50 años. La incidencia de la DMAE en España ha aumentado en los últimos años debido al aumento de esperanza de vida y el envejecimiento progresivo de la población.

Según el informe Objetivo DMAE, el 25% de los mayores de 75 años padece la enfermedad, una patología que no causa dolor y que en algunos casos avanza tan lentamente que se detecta cuando ya se produce pérdida de visión. De ahí la importancia detectar a tiempo su avance y evitar que los efectos sean irreversibles. Para el doctor Mariano Rodríguez Maqueda, facultativo especialista del Área del Servicio de Retina Quirúrgica Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, “el problema es que cuando nos llegan los pacientes tienen una clínica más avanzada; además, algunos estudios calculan que hasta un 50% de los pacientes existentes no están diagnosticados”.

En opinión del experto, es necesario establecer un modelo asistencial que permita avanzar en el diagnóstico precoz de la enfermedad, mejorar las medidas de acceso a revisión oftalmológica, así como el desarrollo de campañas de información y sensibilización en torno a este problema. Asimismo, subraya la importancia de acelerar los tiempos de respuesta desde que detectas un problema hasta que empiezas a tratarlo. “Muchos pacientes llegan en un estado avanzado, cuando ya existe un déficit importante de visión. Mejorar el cribado es fundamental para favorecer el diagnóstico precoz”, subraya.

El doctor Rodríguez Maqueda añade que la prueba de la rejilla de Amsler, que permite de un modo sencillo detectar precozmente enfermedades que afectan a la mácula en el centro de la retina, debería distribuirse para mejorar la detección. Además, afirma que “a nivel sanitario debemos habilitar sistemas de cribado fáciles, que requieren dotación material”.

En este sentido, el especialista destaca el papel de los retinólogos y la necesidad de contar con nuevos modelos de atención como el modelo de Unidad de Terapia Intravítrea, que comporta beneficios para pacientes, oftalmólogos y gestores hospitalarios. En su opinión, “es importante afinar más y crear unidades específicas de tratamientos intravítreos, fundamentalmente para la DMAE y el edema macular diabético. El objetivo es simplificar los procesos para poder aplicar un tratamiento rápido en un solo acto y ser capaces de manejar volúmenes altos de pacientes si creamos un circuito ágil y con personal especializado en este tipo de patologías”.

En 2040, España será el país del mundo con mayor esperanza de vida, por delante de Japón. En dos décadas la media de esperanza de vida en nuestro país será de 86 años. Esta enfermedad, como su propio nombre indica, va vinculada a la edad. Por tanto, la DMAE tendrá una mayor prevalencia en los próximos años y eso tendrá repercusiones en el diseño de los sistemas sanitarios y sociales. “El envejecimiento de la población índice en el nivel de sobrecarga asistencial y se espera que siga creciendo. En Andalucía podemos hacer cambios sustanciales para mejorar el diagnóstico de la DMAE, pero también hay que ser consciente de la sobrecarga asistencial impide dar pasos de modo rápido. Son cambios profundos que avanzan poco a poco y que deben involucrar a profesionales, gestores, industria y pacientes. Es posible hacerlo, pero no de un día para otro”, explica.

Otro de los objetivos para los expertos es el cumplimiento terapéutico. “Algunos estudios norteamericanos han medido la adherencia al tratamiento intravítreo en cualquiera de sus indicaciones. Y la enfermedad que presentaba mejor adherencia y cumplimiento era la DMAE. Los pacientes de DMAE húmeda suelen ser muy cumplidores. Mi experiencia personal es que los pacientes suelen ser conscientes de que se están jugando la visión”, señala Rodríguez Maqueda.

Respecto a la calidad de vida del paciente, el experto hace énfasis en que “la tercera edad hoy día lleva una vida activa e implicada en las tareas de la familia”. “Por ello, es importante invertir ahora para reducir costes sociales más adelante”, añade.