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Esta investigación ha sido realizada por Cristina Sánchez Quesada, investigadora del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad de Jaén (UJA), junto a investigadores de la Facultad de Medicina de una Universidad de Navarra y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Obesidad y Nutrición (CIBEROBN).
Este estudio surge bajo el marco del Proyecto SUN (Seguimiento Universidad de Navarra), un estudio observacional en el que se analizan las consecuencias de los estilos de vida en torno a alimentación o forma física.
"El objetivo era discernir si el consumo de café diario de las participantes del estudio, incluido el descafeinado, podría estar relacionado con la aparición de la enfermedad en estas mujeres", explica, en un comunicado, la investigadora Cristina Sánchez.
En concreto, el estudio ha contado con la participación de 10.812 mujeres del proyecto SUN que proporcionaron información sobre sus hábitos de vida, ejercicio físico, historial médico y frecuencia de consumo de 136 alimentos, entre los que se incluía el café.
Asimismo, actualizaron periódicamente su estado de salud, donde se incluía el estado pre o postmenopáusico y el historial familiar de cáncer de mama. Estas mujeres, libres de enfermedad al inicio, fueron evaluadas cada dos años durante una media de 10 años, un periodo de tiempo en el que se confirmaron un total de 101 casos nuevos.
"Los resultados obtenidos no han encontrado una asociación entre consumo de café y riesgo de cáncer de mama a nivel global, pero en mujeres postmenopáusicas hemos observado que la ingesta de más de una taza de café diario parece estar asociada a un menor riesgo de padecer cáncer de mama, es algo que cabe destacar porque no parecía así en mujeres premenopáusicas", indica la investigadora de la UJA.
El motivo de este beneficio no parece ser la cafeína, ya que también tiene efecto el café descafeinado, sino otros componentes minoritarios como ácidos fenólicos (polifenoles), diterpenos o ácidos clorogénicos, entre otros.
"Estos componentes siempre están presentes en el café, en diferentes proporciones en función de la variedad del café y su preparación, y han demostrado tener efectos antioxidantes, antiinflamatorios y antitumorales", señala Cristina Sánchez.
Pese a ello, es necesario realizar más estudios longitudinales para continuar explorando y perfilando esta línea de investigación.
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