Este estupendo avance, que permitiría reducir muchísimo la cifra de casos ante la posibilidad de atajarlos con suficiente premura, ha sido explicado por el doctor Larry Norton, director médico en el Lauder Breast Center del Memorial Sloan Kettering Cancer Center, en una entrevista concedida a la CNN. La clave reside en un algoritmo con el que trabaja el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) que permite detectar manchas que en un futuro podrían convertirse en cáncer de mama. No son manchas que representen la aparición inicial del cáncer, pero sí la señal de que los radiólogos deben estar prevenidos y pueden empezar a tomar decisiones con dicha paciente.
El algoritmo como ayuda para el radiólogo
El algoritmo ha sido generado a través de un amplio banco de imágenes de mamografías de pacientes sanas que, bien desarrollaron un cáncer de mama, o bien nunca llegaron a tenerlo. De este modo, según explican los expertos, "la máquina es capaz de captar factores en común en todas las que enfermaron y detectar manchas que, con el tiempo, pueden convertirse en cáncer".
Según ha explicado el doctor Norton, se puede anticipar hasta cuatro años. Pero esto no elimina el papel del médico radiólogo. Será este quien deba analizar después la mamografía y emitir un diagnóstico. Si finalmente se confirma la posibilidad de cáncer, la paciente puede tomar decisiones con base a su riesgo.
Los radiólogos suelen fallar uno de cada ocho diagnósticos relacionados con el cáncer de mama
La principal evolución con esta nueva herramienta será la de disminuir hasta cero el número de errores de diagnósticos por parte de los radiólogos, que actualmente suelen fallar uno de cada ocho en lo que a cáncer de mama se refiere. Este algoritmo permitirá afinar mucho más y permitir tomar las decisiones adecuadas para casa caso: realizar una vasectomía o hacer un seguimiento del posible tumor, evitando recurrir en la medida de los posible a las biopsias, más molestas y dañinas para las pacientes.
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