La contaminación del aire reduce la capacidad de concentración en tareas cotidianas, según un estudio

Solo una breve exposición a partículas contaminantes obstaculiza la atención selectiva y el reconocimiento emocional

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Imagen de archivo de contaminación en Pekín (China)
Imagen de archivo de contaminación en Pekín (China) / EFE

Un estudio ha descubierto que la capacidad de una persona para concentrarse en tareas cotidianas se ve afectada por la exposición a corto plazo a la contaminación del aire. Los investigadores analizaron datos de pruebas cognitivas realizadas por 26 participantes antes y después de ser expuestos durante una hora a altos niveles de partículas contaminantes (PM) utilizando humo de una vela, o al aire limpio.

El estudio, publicado en la revista Nature Communications, encontró que incluso una breve exposición a altas concentraciones de PM afectaba la atención selectiva y el reconocimiento emocional de los participantes, independientemente de si respiraban normalmente o solo por la boca. Esto puede afectar la capacidad de un individuo para concentrarse en tareas, evitar distracciones y comportarse de manera socialmente apropiada.

"Los participantes expuestos a la contaminación del aire no fueron tan buenos evitando la información distractora", dijo el Dr. Thomas Faherty de la Universidad de Birmingham, coautor del estudio. "Eso significa que en la vida diaria, podrías distraerte más fácilmente por cosas. Hacer la compra en el supermercado es un buen ejemplo... podría significar que te distraigas más por las compras por impulso cuando caminas por los pasillos del supermercado porque no eres capaz de concentrarte en tus objetivos de tareas".

Impacto en el reconocimiento emocional

El estudio también descubrió que los participantes obtuvieron peores resultados en las pruebas cognitivas que evaluaban el reconocimiento emocional después de haber sido expuestos a la contaminación del aire por PM.

"Fueron peores percibiendo si un rostro mostraba miedo o felicidad, y eso podría tener implicaciones en cómo nos comportamos con otras personas", señaló Faherty. "Hay estudios asociativos que analizan la contaminación del aire a corto plazo y los incidentes de cosas como el crimen violento, especialmente en las ciudades de EE. UU. Así que se podrían vincular tentativamente esas cosas, posiblemente diciendo que la razón de eso podría ser algún tipo de desregulación emocional".

Algunas funciones cerebrales más resistentes

El estudio encontró que la memoria de trabajo de los participantes no se vio afectada, lo que indica que algunas funciones cerebrales son más resistentes a la exposición a la contaminación a corto plazo que otras.

La contaminación del aire es uno de los mayores factores de riesgo ambiental para la salud pública a nivel mundial. La Organización Mundial de la Salud ha estimado que la contaminación del aire exterior causa alrededor de 4,2 millones de muertes prematuras al año en todo el mundo.

Implicaciones socioeconómicas

Los investigadores afirman que los hallazgos del estudio podrían tener importantes implicaciones sociales y económicas, incluyendo el rendimiento educativo y la productividad laboral. "El estudio se realizó en una población adulta clínicamente sana, lo que significa que gozaban de buena salud y no tenían problemas clínicos respiratorios o neurológicos... ciertos otros grupos podrían ser más vulnerables a los efectos", advirtió Faherty.

"Todo el mundo se está volviendo más inteligente con el paso del tiempo porque hemos erradicado cosas que nos matan y también tenemos una nutrición mucho mejor que hace incluso 20 años. Se descubre que cosas como la contaminación del aire son más importantes como una especie de barrera para el bienestar cognitivo o el coeficiente intelectual, porque todo lo demás ha sido erradicado en cierta medida".

Parte de un proyecto más amplio

El estudio forma parte de un proyecto más amplio que probará el impacto de diferentes fuentes de contaminantes, que los investigadores esperan ayude a informar futuras políticas y medidas de salud pública.

"El proyecto más grande analiza diferentes fuentes de contaminantes, que son más comunes. Como las emisiones de la cocina, la quema de madera, los gases de escape de los automóviles y los productos de limpieza, para tratar de determinar si podemos empujar la política en una cierta dirección", explicó Faherty.

"Si sabemos que los productos de limpieza están causando la mayoría de estos problemas que estoy describiendo, entonces podemos presionar sobre las políticas para arreglar las cosas que están mal basándonos en la fuente en lugar de lo que podemos medir en el aire después del hecho".

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