Creatinina: qué es, cómo se elimina del cuerpo y cómo podemos controlarla
Investigación y Tecnología
El cuerpo suele eliminar la creatinina a través de los riñones, los cuales se encargan de filtrar la sangre
La deshidratación aumenta temporalmente los niveles de creatinina, por lo que hay que beber bastante agua para ayudar a la filtración en los riñones
Pasos para hacer bajar los niveles de creatinina en sangre
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La creatinina es un producto de desecho del metabolismo de la creatina, una sustancia que los músculos utilizan para obtener energía la cual se sintetiza principalmente en el hígado, los riñones y en el páncreas. Luego se transporta a los músculos, donde desempeña un papel fundamental ya que producen energía, especialmente durante el ejercicio de alta intensidad.
El valor normal de creatinina en la sangre es para hombres adultos de entre 0.7 y 1.3 mg/dL, mientras que en las mujeres los valores normales están entre 0.6 y 1.1 mg/dL., aunque puede variar según el sexo, la edad y la masa muscular.
El cuerpo humano mantiene un nivel relativamente constante de creatinina, dependiendo de la masa muscular de la persona. Esto significa que las personas con mayor masa muscular pueden tener niveles más altos de creatinina, sin que esto suponga un problema para el funcionamiento renal.
Sin embargo, cuando los niveles que se consideran normales de creatinina en sangre aumentan significativamente, puede ser un indicativo de que nuestros riñones no están eliminando adecuadamente esta sustancia.
Cómo se elimina la creatinina del cuerpo
El cuerpo suele eliminar la creatinina a través de los riñones, los cuales se encargan de filtrar la sangre, eliminar los desechos como la creatinina, expulsándolos finalmente por la orina. El proceso de filtración es una prueba que nos da bastantes pistas sobre cómo están funcionando los riñones, por lo que una tasa de filtración glomerular baja indica que no están filtrando de manera efectiva, lo que puede llevar a una acumulación de creatinina y otros productos de desecho en el cuerpo.
Cuando los riñones funcionan correctamente, la creatinina se elimina de manera continua y eficiente, manteniendo sus niveles en sangre dentro de los rangos normales. Sin embargo, si los riñones comienzan a perder su capacidad de filtración, los niveles de creatinina en la sangre aumentarán, lo que puede ser un signo de daño renal o insuficiencia renal crónica.
En algunos casos, los niveles de creatinina pueden aumentar temporalmente debido a otras razones, como la deshidratación, el uso de ciertos medicamentos o una dieta rica en proteínas.
Cómo podemos controlar los niveles de creatinina
Mantener los niveles de creatinina dentro de los rangos normales depende en gran medida de que los riñones funcionen adecuadamente, por lo que el primer paso para regular los niveles de la creatinina es cuidar la salud de nuestros riñones. Y las siguientes indicaciones son algunos ejemplos de cómo hacerlo:
- Mantenerse hidratado: La deshidratación puede aumentar temporalmente los niveles de creatinina, por lo que se recomienda beber suficiente agua a lo largo del día para ayudar a los riñones a filtrar la sangre de manera más eficiente y, por tanto, se pueda facilitar la eliminación de la creatinina.
- Controlar la ingesta de proteínas: Las dietas extremadamente altas en proteínas pueden aumentar los niveles de creatinina en personas con función renal comprometida. Puedes supervisar tu dieta junto con un profesional de la nutrición para ajustarla a tus necesidades proteícas.
- Evitar el uso excesivo de medicamentos nefrotóxicos: Algunos medicamentos, como los antiinflamatorios no esteroides (AINEs), pueden afectar la función renal a largo plazo. Si tienes problemas renales, es fundamental consultar a un médico antes de tomar medicamentos de este tipo.
- Ejercicio moderado: Aunque el ejercicio intenso puede aumentar temporalmente la creatinina debido a la descomposición muscular, el ejercicio moderado y regular es beneficioso para la salud renal en general.
- Monitorear la presión arterial y los niveles de azúcar: La hipertensión y la diabetes son dos de las principales causas de insuficiencia renal. De esta forma, mantener estos factores bajo control es reducir el riesgo de daño renal.
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