Los expertos lo confirman: esta infusión es el mejor sustituto del café (y tiene más beneficios)

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Infusión / Freepik

El café es, sin duda, una de las bebidas más consumidas en el mundo. Sus efectos estimulantes, su sabor característico y su capacidad para ayudar a empezar el día con energía lo han convertido en un hábito diario para millones de personas. Sin embargo, no todos toleran bien la cafeína: problemas como insomnio, acidez estomacal, nerviosismo o taquicardia han llevado a muchos a buscar alternativas más saludables. En este contexto, una infusión milenaria ha ganado popularidad no solo como reemplazo del café, sino también como una bebida con beneficios adicionales para la salud: el té rooibos.

Originario de Sudáfrica y libre de cafeína, el rooibos ha captado la atención de investigadores, nutricionistas y consumidores conscientes. Su perfil nutricional, propiedades antioxidantes y capacidad para aportar energía sin causar efectos secundarios lo posicionan como el sustituto ideal del café. Pero, ¿por qué es tan recomendado por los expertos? A continuación, lo exploramos.

Rooibos: una joya herbal sin cafeína y llena de antioxidantes

El rooibos es una planta leguminosa que crece exclusivamente en las montañas Cederberg de Sudáfrica. Aunque su nombre significa "arbusto rojo", también puede encontrarse en una variante verde, menos oxidada y con un sabor más herbal. Lo más importante es que ambas versiones están completamente libres de cafeína, lo que las hace aptas para cualquier hora del día y para personas sensibles a los efectos estimulantes del café o del té tradicional.

Pero lo que realmente distingue al rooibos es su alto contenido en antioxidantes, especialmente aspalatina y notofagina. Estos compuestos han demostrado tener propiedades antiinflamatorias, antidiabéticas y cardioprotectoras. Según un estudio publicado en Journal of Ethnopharmacology, el consumo regular de rooibos puede reducir los niveles de estrés oxidativo, uno de los principales factores implicados en el envejecimiento y el desarrollo de enfermedades crónicas.

Además, se ha observado que el rooibos ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre. En un experimento con animales llevado a cabo por Ulicná et al. (2006), se encontró que los extractos de rooibos disminuyeron significativamente la hiperglucemia y mejoraron el perfil lipídico. Aunque aún se requieren más estudios en humanos, los resultados son prometedores y sugieren que esta infusión podría beneficiar a personas con riesgo de diabetes tipo 2.

Otra ventaja del rooibos es su bajo contenido en taninos, lo que evita la interferencia con la absorción del hierro, una limitación habitual del té negro o verde. Esto lo convierte en una bebida especialmente indicada para embarazadas, niños o personas con anemia.

Una alternativa saludable con beneficios integrales para cuerpo y mente

Más allá de sus propiedades antioxidantes, el rooibos ofrece beneficios integrales que lo convierten en una bebida funcional. En términos digestivos, su consumo se asocia con la reducción de espasmos intestinales y molestias estomacales. Tradicionalmente, se ha utilizado en Sudáfrica como remedio para aliviar cólicos en bebés, lo que respalda su perfil como infusión suave y segura.

En lo que respecta al sistema nervioso, el rooibos tiene un efecto calmante sin llegar a ser sedante. Esto permite mantener la concentración y la claridad mental sin la sobreestimulación asociada al café. Algunos estudios sugieren incluso que ciertos flavonoides presentes en el rooibos podrían contribuir a la mejora del estado de ánimo al modular neurotransmisores como la serotonina y el GABA, aunque esta línea de investigación todavía está en desarrollo.

Desde una perspectiva cardiovascular, el rooibos también muestra efectos protectores. Un ensayo clínico realizado por Marnewick et al. (2011) concluyó que el consumo diario de seis tazas de rooibos durante seis semanas redujo significativamente los niveles de colesterol LDL ("malo") y mejoró el estado antioxidante plasmático en adultos con riesgo cardiovascular. Esto se traduce en una posible reducción del riesgo de enfermedades del corazón, una de las principales causas de mortalidad en el mundo.

Por último, no hay que olvidar el aspecto sensorial. A diferencia de otras infusiones que pueden resultar amargas o astringentes, el rooibos posee un sabor naturalmente dulce, con notas terrosas y afrutadas. Esto hace innecesario añadir azúcar o edulcorantes, contribuyendo a un menor consumo calórico en la dieta diaria. Sustituir el café no implica renunciar al placer de una bebida reconfortante y beneficiosa. El té rooibos, con su perfil libre de cafeína, alto contenido antioxidante y propiedades digestivas, nerviosas y cardiovasculares, representa una opción ideal para quienes buscan bienestar sin efectos adversos. A diferencia de modas pasajeras, su respaldo científico y su uso tradicional lo consolidan como un aliado saludable de largo plazo.

En definitiva, los expertos lo confirman: el rooibos no solo es un excelente sustituto del café, sino que lo supera en muchos aspectos. Incorporarlo a la rutina diaria es un pequeño cambio con un gran impacto para la salud.

Referencias bibliográficas.

Pub Med. Marnewick, J. L., et al. (2011). Efectos del rooibos (Aspalathus linearis) sobre el estrés oxidativo y los parámetros bioquímicos en adultos con riesgo de enfermedad cardiovascular. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/20833235/

Pub Med (2023, 1 de diciembre). Los beneficios del té rooibos para la salud humana ( Aspalathus linearis ): una revisión exhaustiva. https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC10774856/

Ulicná, O., et al. (2006). "Rooibos tea (Aspalathus linearis) partially prevents oxidative stress in streptozotocin-induced diabetic rats." Physiological Research, 55(2), 157–164. https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/15910170/

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