Expertos en psicología utilizan las máscaras del carnaval para explicar por qué escondemos lo que somos realmente

Investigación y Tecnología

A veces, estas "máscaras" nos ayudan a encajar en la sociedad

Cuatro formas de identificar a una persona emocionalmente inmadura

Máscaras
Máscaras / Freepik

El carnaval es una de las festividades más esperadas del año para muchas personas. Disfraces coloridos, máscaras y desfiles convierten esta época en momentos de alegría y celebración. Sin embargo, más allá de la diversión, esta festividad nos ofrece una interesante metáfora sobre la identidad humana y las "máscaras" que usamos en nuestra vida diaria bajo la que se esconde muchas veces nuestra verdadera identidad.

Las máscaras de la vida cotidiana

En el carnaval, nos transformamos a través de los disfraces y máscaras, los cuales utilizan los psicólogos para explicarnos que en la vida diaria también usamos esas "máscaras", pero de manera invisible. A lo largo del día, asumimos distintos roles: en el trabajo, en la familia, con amigos o, incluso, en las redes sociales. Distintos escenarios en los que la mayoría de las veces mostramos solo una parte de lo que somos realmente, ocultando el resto que también forman parte de nosotros.

"La identidad no es algo fijo"

El psicólogo Carl Jung hablaba del concepto de "persona", la imagen que mostramos al mundo, en contraste con nuestra "sombra", que representa los aspectos que reprimimos o ignoramos. A veces, estas "máscaras" nos ayudan a encajar en la sociedad, pero también pueden alejarnos de nuestra verdadera esencia. ¿Hasta qué punto nos permitimos ser nosotros mismos sin miedo al juicio de los demás?

Silvia Dal Ben, psicóloga y Clinical Manager de Unobravo en España, explica: "El Carnaval nos ofrece un espacio de libertad donde estas normas se suspenden temporalmente, permitiéndonos explorar facetas ocultas de nuestra personalidad". Sin embargo, fuera de esta festividad, encontrar un equilibrio entre nuestra autenticidad y cómo nos adaptamos a la sociedad es clave para nuestro bienestar emocional.

Carnaval y la liberación de las reglas

Durante el carnaval, las normas y restricciones sociales se relajan. Es como si tuviéramos permitido comportarnos de manera más espontánea y libre, algo que en la vida cotidiana a veces parece complicado. Este fenómeno tiene una base psicológica: la teoría de la desinhibición social de Zimbardo (1969) sugiere que, en ciertos contextos, como fiestas y celebraciones, nos sentimos más cómodos expresando partes de nosotros que normalmente ocultamos.

Pero, ¿por qué no nos damos esa libertad el resto del año? La psicología contemporánea nos recuerda que la identidad no es algo fijo, sino que está en constante evolución. "Aceptar nuestra complejidad sin rigidez nos permite vivir con mayor autenticidad", señala Dal Ben.

El carnaval es un recordatorio de que podemos jugar con nuestra identidad sin miedo. Nos invita a reflexionar sobre cuánto nos afectan las expectativas sociales y qué podemos hacer para sentirnos más auténticos en nuestro día a día. Esta festividad nos da la oportunidad de experimentar con nuestra identidad, pero la verdadera tarea es llevar esa autenticidad más allá de la festividad, en nuestra vida diaria.

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