Los datos de obesidad han crecido exponencialmente en los últimos años: su prevalencia entre 1987 y 2020 ha pasado del 7,4% al 16%, según la datos de la Estrategia en Salud Cardiovascular del Sistema Nacional de Salud. La Organización Mundial de la Salud, por su parte, reveló que el 60% de los adultos padece esta enfermedad o sobrepeso, unas cifras que han alcanzado "proporciones endémicas".

Tener unos malos hábitos alimenticios es uno de los factores de riesgo de esta enfermedad, y es que como apuntan desde el portal de salud de la Universidad de Harvard, tan solo el 22% de los ciudadanos estadounidenses siguen las pautas que recomiendan la American Heart Association. El continente americano es el que tiene mayor tasa en obesidad en personas adultas, mientras que Europa ocupa el segundo puesto.

La Universidad de Harvard indica en su portal de salud que muchas personas tienen una idea equivocada sobre lo que significa comer sano. Piensan que los hábitos saludables son demasiado restrictivos y que los alimentos que forman parte de ellos son caros y, las recetas que se harían con ellos, complicadas. Teresa Fung, profesora adjunta de nutrición en la Universidad de Harvard de Salud Pública, T.H. Chan, indica en la web mencionada que "el mensaje general es que comer sano requiere demasiado trabajo y que la comida sana no es sabrosa".

Los consejos para adoptar estos hábitos saludables

En el portal de la universidad se exponen una serie de consejos para que sea sencillo adoptar esos hábitos saludables. El primero es revisar la dieta que seguimos actualmente, anotando cada día lo que ingerimos. Teresa Fung cuenta que una "evaluación honesta" nos dará una idea de dónde debemos mejorar.

Luego, la experta recomienda no hacer cambios bruscos de golpe, simplemente hacer uno pequeño y mantenerlo durante tres o cuatro semanas, y cuando esté ya "se convierta en un elemento básico de tu dieta, pasa a otra área y repite el proceso". El ejemplo que exponen desde la Universidad es que si bebemos cuatro refrescos a la semana, estos se reduzcan a dos. El siguiente paso sería tomar solo uno y, después, ninguno.

Ampliar los buenos hábitos es otro consejo que dan desde Harvard. Por ejemplo, si cada día tomamos una ración de cereales integrales, agregar otra en el almuerzo, que supla a una opción menos saludable. Probar alimentos nuevos también es muy recomendable, pues "cuanto más experimentes, más podrás expandir tu paladar y tener oportunidades de comer alimentos más saludables", indica Teresa Fung.

Lanzarse a cocinar nuevos platos puede ser algo 'intimidante', aunque la experta, en este caso, recomienda centrarse durante una semana en preparar esa nueva comida. Además, debemos tener a internet como un aliado, ya que en él encontramos "muchas recetas fáciles y saludables". La profesora de nutrición en la Universidad de Harvard recomienda buscar algo que "utilice ingredientes que le gusten y que requiera sólo unos pocos pasos o habilidades mínimas de cocina".