La Carretería renueva cuatro años más a la banda de Julián Cerdán
La formación sanluqueña continuará tras el palio del Mayor Dolor hasta 2027
Esta banda llegó en 2019 a la hermandad carretera
Un repertorio de 1934 para la Virgen del Mayor Dolor de la Carretería
La Banda de Música Julián Cerdán, de Sanlúcar de Barrameda, acompañará hasta 2027 al palio de la Carretería. La Junta de Gobierno que preside Miguel Ángel Moreno ha acordado la renovación de esta formación musical para que interprete sus sones durante los próximos cuatro años tras la Virgen del Mayor Dolor en su Soledad.
Por tanto, se prolonga así la vinculación contractual entre estas dos entidades. En el año 2019, la hermandad carretera firmó por primera vez a la banda sanluqueña, que conseguía así su segundo contrato en Sevilla tras el palio de la Virgen de Gracia y Amparo de los Javieres, a la que acompaña desde hace más de veinte años. Anteriormente era la Banda de música María Santísima de la Victoria, de Las Cigarreras, quien comparecía cada Viernes Santo tras el palio de la calle Varflora.
Se da la circunstancia de que la banda, a pesar de haber firmado en 2019, no pudo estrenarse tras el paso de palio hasta el año 2022. El primer año llovió y los dos siguientes no hubo procesiones en la calle con motivo de la pandemia de coronavirus.
Es el repertorio de La Carretería uno de los más notables en cuanto a calidad de las marchas interpretadas en el ámbito más fúnebre. Durante el pasado Viernes Santo, la formación sanluqueña interpretó 33 marchas procesionales, con una media de 5,2 minutos cada una, lo que en suma asciende hasta las tres horas de música. El autor más interpretado fue Manuel López Farfán, cuya marcha dedicada a esta imagen, Nuestra Señora del Mayor Dolor, fue interpretada cinco veces. El resto de las dedicadas (La Espada Dolorosa, La Carretería o Subida al Calvario, por ejemplo) una vez.
Tras Farfán prosigue una lista de autores capitales para comprender el devenir de la música procesional: Gámez Laserna, Font de Anta y Emilio Cebrián, con dos cada una. Precisamente, de este último autor son parte de las composiciones que están dedicadas a imágenes no sevilanas: Cristo de la Sangre (al crucificado toledano de Torrijos) y Nuestro Padre Jesús (al Abuelo de Jaén). Esta particular lista la complementan Desamparo y Cristo de la Expiración (del jerezano Beigbeder) y Cristo de Vera-Cruz, de Manuel Borrego.
En este repertorio se incluyen marchas anteriores al siglo XX, que "envejecen" la media de edad de las composiciones. Entre ellas, Quinta Angustia (que probablemente pueda ser la misma marcha que Carretería, de la que nunca se encontró su partitura y que es la más antigua de la que se tienen registros en nuestra Semana Santa), Ione o la marcha fúnebre de Chopin.
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