Procesión magna
¿Habrá 'rampla' en el Salvador en la procesión magna de Sevilla?
La recuperación de una imagen de gran valor histórico y patrimonial. La Virgen del Carmen, una talla anónima del XVI, procedente del antiguo convento de la calle Baños, ha sido restaurada y expuesta en la parroquia de San Vicente, lugar al que pasó tras el cierre del convento. El restaurador Manuel Antonio Ruiz-Berdejo Cansino, le ha devuelto todo el esplendor a esta talla y al Niño, realizado por Benito de Hita y Castillo.
La Virgen del Carmen y el Niño presentaban un mal estado de conservación. En la imagen letífica se observaban diferentes patologías: mal estado del soporte y los brazos articulados, repinte generalizado en el rostro, arañazos producidos por alfileres, mala sujeción de los atributos, suciedad generalizada tanto en el rostro como en las manos, pérdida de policromía y preparación en las manos y las orejas, por motivo de roces, movimiento y rotura del busto de telas encoladas debilitada por el paso del tiempo.
En cuanto la del Niño, presentaba: pérdidas de preparación y policromía en nariz, dedos de las manos y de los pies, pérdida del dedo meñique de la mano derecha, rotura y mal adherido del meñique de la izquierda, mucha suciedad y repintes en la policromía generalizada, o mala colocación del perno para la colocación de la corona.
La intervención dela Virgen ha consistido en: la limpieza superficial de la imagen; la eliminación del repinte generalizado del rostro, "una labor muy complicada, ya que estaba muy adherida a la siguiente policromía y se ha tenido que realizar a punta de bisturí", apunta el restaurador; la fijación de la policromía tanto del rostro como de las manos; la limpieza de las manos y eliminación de repintes de las mismas; el estucado en las zonas en la que faltaba preparación; la reintegración cromática; la sustitución de los brazos a unos de bola, ya que los anteriores se encontraban en mal estado; la elaboración de elementos metálicos para la sujeción de los atributos y perno; la fijación, consolidación y reintegración del busto realizado en tela encolada; la restauración y consolidación del candelero; la reposición de las pestañas de pelo natural; y el barnizado final.
En cuanto al Niño, la intervención ha abarcado las siguientes tareas: la limpieza superficial de la imagen; la fijación de la policromía; la limpieza y eliminación de repintes de la misma; la realización del dedo meñique de la mano derecha y adhesión del mismo de la mano izquierda; el estucado en las zonas en la que faltaba preparación; la reintegración cromática; la mejora de sujeción de elementos metálicos para la colocación en el busto de la Virgen y colocación de un perno para la corona; la reposición de pestañas de pelo natural; y el barnizado final.
El restaurador ha agradecido la confianza depositada por el párroco de San Vicente, Carlos Coloma Ruiz, para que esta intervención completa haya devuelto a la imagen su esplendor original.
También te puede interesar
Lo último