El Cachorro, motivo de lágrimas y suspiros en San Pedro

El Cristo de la Expiración y la Virgen de la Esperanza de Málaga reciben la visita de devotos y turistas en el primer templo de la cristiandad

Numerosos andaluces empiezan a llenar las calles de Roma con motivo de esta cita histórica

El Cachorro ya se encuentra en el Vaticano

El Cristo de la Expiración y la Esperanza de Málaga, en Roma / Juan Carlos Muñoz, Enviado especial

Enviada especial a Roma/Sevilla amanecía en uno de esos días del mes que se camuflan bajo la temperatura de marzo. Ya lo dice el refrán, cuando en marzo mayea, en mayo marcea. Todo parecía estar en su sitio: los niños de camino al colegio, el café humeante en la barra de los bares, algún que otro apresurado llegando a la oficina, carreteras colapsadas en hora punta. Estampas de un día común, menos en Triana.

La calle Castilla está huérfana. La Virgen del Patrocinio, sola, imponente, esperaba bajo su palio la llegada de su hijo. Como cualquier madre. Las que se despiden deseando verte aparecer pronto por casa. Alejado del bullicio de la ciudad, en el aeropuerto de San Pablo, se agolpaban algunas banderas de España con el escudo de la Hermandad del Cachorro. Era primera hora de la mañana, y a las nueve salía el avión en dirección Roma. La mirada de los viajeros no era la de cualquier turista la primera vez –o no– que pisa la ciudad eterna.

En el brillo de sus ojos se notaba la ilusión y el nervio de saber que serán ellos los que hagan historia tan lejos de casa, en el centro de la cristiandad. La sonrisa nerviosa que asomaba por las comisuras de los agolpados en las puertas de embarque sabían que, cuando aterrizasen, su Cristo ya estaría mirando al cielo de San Pedro.

Contraluz del Cachorro en el primer templo de la cristiandad.
Contraluz del Cachorro en el primer templo de la cristiandad. / Juan Carlos Muñoz

Bajo el mismo sol, pero a 2.334 kilómetros de distancia, amanecía en la Ciudad del Vaticano. Sobre sus cimientos, la Basílica de San Pedro empezaba a acoger, como cada día, miles de fieles y turistas que querían admirar una de las obras renacentistas y barrocas más conocidas del globo. Cuando uno visita el epicentro de la Iglesia, ansía ver las obras de Miguel Ángel, Bernini, Bramante, o Rafael Sanzio, entre otros tantos artistas reconocidos a nivel internacional.

Sin embargo, pocos de los allí presentes habían escuchado hablar de Ruíz Gijón. Fue al asomarse para conocer la Capilla de la Presentación de la Virgen cuando lo vieron. Miraba hacia arriba, parecía que estaba intentando dar una última bocanada de aire. Los más curiosos preguntaban su nombre: se llama Cachorro. Otros, sólo sabían contemplar el altar efímero que, junto a la Virgen de la Esperanza de la Málaga se había levantado en la Basílica. Allí estaba todo. El Cristo de la Expiración amanecía en San Pedro a la espera de ese avión que ya volaba el cielo de Sevilla camino a Roma. Y a la espera de todos.

El arzobispo de Sevilla durante su visita a la Basílica de San Pedro.
El arzobispo de Sevilla durante su visita a la Basílica de San Pedro. / Juan Carlos Muñoz

Mientras, recibía a los cientos de hermanos, fieles y peregrinos que iban llegando a sus plantas. Eran ellos, en especial, quienes no han podido evitar soltar alguna lágrima al atravesar las puertas de San Pedro. Entre todos los que se asomaron esa mañana de mayo por la capilla–y poco después de su apertura– estaba José Ángel Saiz Meneses, arzobispo de Sevilla. Él mismo decía en sus redes sociales que se sentía un peregrino más en aquella experiencia. Peregrino que predicará mañana misa en el Vaticano, en el altar de ambas imágenes andaluzas. No es cualquier cosa. Junto a él, también se dejaron ver Marcelino Manzano, delegado de los medios de comunicación del Cabildo Catedral y delegado diocesano de Hermandades y Cofradías de la Archidiócesios de Sevilla. O varios representantes del consulado español en Roma.

La embajadora de España ante la Santa Sede

No faltaron a esta cita del primer día la embajadora de España ante la Santa Sede, Isabel Celaá, quien fue recibida por los hermanos mayores de las cofradías del Cachorro y el Paso y la Esperanza, José Luis Aldea y Sergio Morales, respectivamente. Junto a ellos, la coordinadora del comité organizador de la Gran Procesión que tendrá lugar el próximo sábado, Paloma Saborido. La Embajada de España, situada en la bella Plaza de España, en pleno centro de Roma, ha organizado un acto de recepción mañana para las autoridades asistentes al Jubileo de las Cofradías.

Ya entrada la tarde llegaba a la Basílica de San Pedro el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, quien calificó de “hito” para la ciudad, las hermandades y la Iglesia de Sevilla este acontecimiento en el centro de la cristiandad.

La Virgen de la Esperanza de Málaga.
La Virgen de la Esperanza de Málaga. / Juan Carlos Muñoz

Las agujas del reloj corrían en el tiempo que los suspiros, los rezos y las lágrimas inundaban la estancia del Señor. Por un momento, las miradas de los turistas pasaron de dirigirse a la obra cumbre del Barroco mundial, para dirigirlas a la obra cumbre del barroco sevillano. Entendible, si me preguntan. Entre los cimientos del arte más reconocido de la humanidad, ahí estaba Él.

Caía ya la noche en Triana. La calle Castilla cierra las puertas de su Basílica. Mañana, la Virgen del Patrocinio seguirá esperando. Una madre siempre sabe hacerlo. Se pone el sol en San Pedro. Por suerte, amanecerá de nuevo engalanada la Capilla de la Presentación de la Virgen. Renglones escritos en oro en la historia de una hermandad, y de una Sevilla, que jamás olvidará los días que está empezando a vivir.

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