Polémica

Un grupo de personas cantan sevillanas a la Hiniesta en la 'mudá' de la Cena

Momento en que se cantan sevillanas a la Hiniesta mientras se produce la 'mudá' del paso del Señor de la Humildad y Paciencia.

Momento en que se cantan sevillanas a la Hiniesta mientras se produce la 'mudá' del paso del Señor de la Humildad y Paciencia. / D. S.

Un grupo de personas ha cantado este domingo sevillanas dedicadas a la Hermandad de la Hiniesta mientras se producía la mudá del segundo de los pasos de la cofradía de la Cena a los Terceros. La anécdota han tenido lugar delante de la iglesia de Santa Marina, en plena calle San Luis. 

Una veintena de personas, congregadas en la explanada del citado templo, alza la manos y al compás de guitarras interpreta unas sevillanas que concluyen con el siguiente estribillo: "¡Salero y sal, la gente de la Hiniesta no se puede aguantar!". Todo ello mientras el paso del Señor de la Humildad y Paciencia pasa por delante de Santa Marina y ante la mirada atónita de quienes acompañaban las andas en este traslado. 

Debe tenerse en cuenta que este momento se produce después de que concluyera la función a la Virgen de la Hiniesta en la cercana parroquia de San Julián. De hecho, a algunos integrantes de este grupo se les puede ver con traje de chaqueta y corbata y a mujeres con la indumentaria propia con la que se acude a esta celebración solemne. De ello da cuenta el vídeo subido a Twitter por el usuario El Cofrade Sevillano.

Estas sevillanas se cantan después de que las relaciones institucionales entre la Hiniesta y el resto de hermandades de la jornada hayan quedado un poco dañadas tras la reordenación de la jornada, en la que la corporación de San Julián ha pasado de ser la quinta a la tercera del Domingo de Ramos. Un cambio del que la hermandad se ha quejado en reiteradas ocasiones y que se ha agravado tras el intento fallido de regresar por la Alfalfa, una vuelta a la que el Consejo planteó una alternativa para evitar un "tren" (dos cofradías seguidas por un tramo largo de recorrido) con la Cena. 

La escena, no obstante, se puede calificar de anécdota y representa la manera en que algunos cofrades se toman -con cierto humor (y mucha guasa)- tales circunstancias, sin que en ningún momento se profirieran insultos ni adjetivos malsonantes ni se faltara el respeto. Una estampa que recuerda la "rivalidad" con la que están acostumbradas algunas cofradías de municipios sevillanos a vivir, disfrutar y entender la religiosidad popular. 

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