Fotos con historia

El histórico aplauso al Cachorro en la Campana

  • Viernes santo de 2008. El Cristo de la Expiración llega por fin a la carrera oficial tras cuatro años en los que la lluvia frustró la procesión o hizo que se suspendiera directamente

El Cristo de la Expiración llegando a la Campana en el año 2008 ante una gran expectación.

El Cristo de la Expiración llegando a la Campana en el año 2008 ante una gran expectación. / Javier Mejía

HAY instantes que quedan grabados a fuego en la retina de los cofrades y que, tal vez, pasen a engrosar los anales de las cofradías que los viven. Esto le ocurrió a la Hermandad del Cachorro en el año 2008. Tras cuatro años nefastos, la cofradía trianera pudo, por fin, completar su estación de penitencia con el éxito y la elegancia acostumbradas.

El Viernes Santo de 2008, día 21 de marzo, será recordado, por la gran cantidad de personas que se concentraron en torno a la Hermandad del Cachorro. Como relataba la crónica de este periódico, “Buscar el Cachorro por las calles previas a la carrera oficial era una odisea. Había hambre de la cofradía de Triana. Tanto han mantenido los medios de comunicación la memoria de los cuatro años nefastos en los que el Cachorro no pasó de la Magdalena en el mejor de los casos que nunca vibró tanto el público con la sola presencia de una cruz de guía”. Así sucedió cuando los nazarenos llegaron a la Campana por la calle O’Donnell. Los abonados de la Campana y parte de Sierpes se pusieron en pie para ovacionar a estos abnegados penitentes que habían sufrido los crueles envites de la lluvia en los últimos años.

Para entender cómo se llegó a esas ovaciones espontáneas hay que remontarse desde el año 2004. Aquel Viernes Santo sólo salió la Hermandad de Montserrat. El Cachorro y la Carretería lo intentaron, pero se tuvieron que resguardar por la lluvia. Al año siguiente, en 2005, el Cachorro se queda en su iglesia. Sí salen en la tarde del Viernes Santo la Soledad, la O, Montserrat y la Mortaja. En 2006 es la única que sale en el Viernes Santo y tiene que buscar refugio. Al año siguiente, también inicia la procesión y tiene que entrar apresuradamente en la Magdalena. Volvió a su templo por la calle Marqués de Paradas y el Puente de la Expiración en una imagen inédita. La Carretería, que salió a primera hora de la tarde, también se ve sorprendida por la lluvia. Completan sus estaciones de penitencia las tres últimas del día: San Isidoro, Montserrat y la Mortaja.

Tras estos intentos frustrados, había en la ciudad muchas ganas de reencontrarse con el Cristo de la Expiración en un Viernes Santo pleno y sin riesgo de lluvias.

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