El órgano de la iglesia del Salvador volverá a sonar tras la Semana Santa

El valioso instrumento musical ha sido reparado concienzudamente en los últimos años

Dos efemérides y una oportunidad para los órganos históricos de Sevilla y Andalucía

Restauración del órgano de la iglesia del Salvador.
Restauración del órgano de la iglesia del Salvador. / M. G.

No es un estreno cofradiero propiamente dicho, pero sí contribuirá a engrandecer el culto de varias hermandades. Tras una larga y laboriosa restauración, el órgano del Salvador volverá a sonar tras la Semana Santa. El Cabildo Catedral ha realizado un gran esfuerzo para la pieza barroca recobre todo su esplendor. Está previsto que la inauguración oficial sea en el mes de mayo.

Los trabajos de la tercera y última fase de restauración, que fueron adjudicados en su día al prestigioso organero burgalés Óscar Laguna, se retomaron el pasado mes de junio. Se han llevado a cabo actuaciones de conservación sobre el mueble del órgano que ha sidp revisado en su totalidad para adecuarlo al montaje del instrumento, además de actuar sobre las patologías que presentaba procediendo a su limpieza, consolidación y tratamiento antixilófagos.

El órgano de la iglesia del Salvador de Sevilla.
El órgano de la iglesia del Salvador de Sevilla. / M. G.

En cuanto a la parte instrumental, se han instalado los miles de conductos de estaño que alimentan de viento a todos los tubos de este importante instrumento. Se han montado los tablones acanalados y realizado el estopado de portavientos de estaño. También se ha restaurado toda la tubería. Para finalizar se llevado a cabo una revisión de la armonización de los mas de 2000 tubos, para revertir posibles problemas de sonoridad e igualar el timbre, dentro de los parámetros lógicos de la restauración.

La restauración, colocación y afinado del órgano, una excelente pieza barroca de Juan Debono de 1794, era una de las actuaciones que quedó sin hacer por falta de recursos tras la gran restauración el templo en 2008. La pieza fue desmontada por el prestigioso organero y restaurador alemán Gerhard Grenzing y ha permanecido durante mucho tiempo guardado en cajas a la espera de volver a su lugar.

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