Los pasos de la Semana Santa de Sevilla empiezan a tomar forma en las iglesias

Es, sin género de dudas y sin temor a equivocarnos, la señal más esperada por todos los cofrades y que nos anuncia la inminencia de una nueva Semana Santa. Es el impacto que nos mantiene la ilusión y la sorpresa por más que pasen los años y nos devuelve la inocencia de los días más felices de la ciudad. Numerosas iglesias de nuestra ciudad ya acogen las estructuras de los diferentes pasos procesionales de la fiesta mayor de Sevilla.

Instantáneas que vuelan como la pólvora a través de las redes sociales pero que cobran su verdadera dimensión cuando alcanzamos las naves de nuestros templos y nos topamos con el milagro renovado. Cuando apenas faltan veinte días para el Viernes de Dolores, algunas cofradías avanzan en los trabajos y ya han levantado sus pasos procesionales, a falta naturalmente de otras cuestiones como las candelerías, imágenes secundarias u otros apuntes. Es el caso de la hermandad de Montesión, que prácticamente desde el inicio de la Cuaresma subió al palio a la Virgen del Rosario, aún vestida de hebrea, donde permanecerá hasta pasado el Jueves Santo. Otra cofradía madrugadora fue San Pablo, cuyo paso de misterio ya se encuentra en San Ignacio de Loyola. También previsores en Santa Cruz, que organizó una jornada de priostía infantil con los más pequeños.

En estos días hemos conocido que más hermandades han realizado las correspondientes mudás desde los locales o almacenes hasta sus templos. Por ejemplo, la hermandad del Valle ya tiene sus tres pasos en la Anunciación, incluido el palio, que permanece cerca del muro izquierdo del templo tal y como se accede al mismo. En Jesús Despojado ya se levanta el palio de Dolores y Misericordia, al igual que ocurre en La Exaltación, cuyos pasos ya están en Santa Catalina. Esta última, incluso, ya ha subido a los dos ladrones a la mesa del misterio, acompañado de los tan particulares caballos.

Por último, y en absoluto menos importante, en la capilla de Los Marineros se puede contemplar el palio de la Esperanza de Triana, en concreto los varales y las caídas. Misma visión en Santa Marina, porque las bambalinas del palio de la Aurora ya esperan la luz de la Resurrección para cerrar una nueva Semana Santa.

Esta próxima semana dichas estampas se multiplicarán, conforme las cofradías culminen el grueso de sus cultos. Todo está preparado... Y la Cuaresma, poco a poco, se nos marcha.