El pregón de la coronación de la Virgen del Rocío de Sevilla: el privilegio de la autenticidad
Angelita Yruela anuncia lo que los cofrades de la Redención vivirán el próximo sábado en una disertación en la que se dan la mano la prosa, el cante y el verso
La presentación ha corrido a cargo del subdirector de ‘Diario de Sevilla’, Carlos Navarro Antolín
Sol de justicia y de Rocío para el inicio de un sueño

Sentada. Sin un papel. Recitando desde los adentros, como las grandes del cante jondo, con ese pellizco que araña las entrañas y no conoce impostura. Así ha sido el pregón pronunciado este lunes en la iglesia del Salvador por Angelita Yruela para anunciar la inminente coronación de la Virgen del Rocío. Intervención que ha sido presentada por el subdirector de Diario de Sevilla, Carlos Navarro Antolín.
A Angelita no le hace falta guion escrito. Lo lleva memorizado en la cabeza y, lo más importante, en el corazón. Quienes hayan acudido a la antigua colegial buscando un pregón al uso, de los que tienen un molde que sirve para cualquier conmemoración, se han llevado un profundo chasco. Lo de esta sevillana criada en el barrio del Baratillo va por derroteros bien distintos, los de la sinceridad de unas palabras fruto de la vida misma. A sus 89 años sólo puede salir por la boca la verdad. Y de eso ha habido a raudales.
Sobre una silla, y a escasos metros de la dolorosa de Santiago, la pregonera ha empezado cantándole una copla a la Virgen de sus amores:“Madre del cielo, reina de amores, Rocío milagroso de todas las flores...”. Ha sido el comienzo de un prototipo de pregón para el que no hay género, pues es tan el estilo propio que le proporciona su autora que no caber ni en una meditación al uso ni en un monólogo. La Yruela en estado puro. Quienes han asistido a pregones anteriores suyos así lo afirmaban en una noche calurosa en la que las calles escupían fuego.
La "gran familia" de la Redención
Esta reconocida cofrade se sentía en casa, en “la gran familia” que la Redención ha forjado desde su creación. Con esta confianza ha desgranado sus experiencias en las hermandades, donde llegó a encarnar la Fe en Montserrat. O su primer camino del Rocío. Y de ahí a Santiago, donde empezó su relación con la dolorosa que el próximo sábado será coronada, la que talló Antonio Castillo Lastrucci y a la que cantó cuando aún se encontaba en el taller del imaginero.
No han faltado sus homenajes a las personas que han hecho grande la Redención. Pero hay dos hermanos de la corporación del Lunes Santo a los que ha dedicado buena parte de su prosa y versos. Uno de ellos es Pepe Aguilar, vestidor de la Virgen del Rocío. “Cómo consigues que la espuma blanca de la pleamar se convierta en encajes para la orilla de su cara”. Y al actual director espiritual de la hermandad, Fernando Emilio Borrego. “Los antiguos tuvimos a don Eugenio, los de ahora tenemos a don Fernando, mi niño cura, siempre jugando a las cuatro columnas de Santiago”.

Una pregonera con alma de artista que, como las grandes del escenario, saben pasar de la prosa a la canción sin alterar la voz, con suma facilidad. Y así ha sido como esta sevillana, medalla de la ciudad, ha ido llevando su relato hasta recrear el instante del próximo sábado, cuando el arzobispo de Sevilla, monseñor José Ángel Saiz Meneses, coloque sobre las sienes de la Virgen del Rocío la corona de amor que fue presentada hace una semana. Será entonces cuando “la nave llegue a buen puerto”. Aunque la senda no acabará ahí. Seguirá en el deseo expresado a boca llena:“Que no se acabe nunca este camino de la coronación”.
La presentación de la pregonera
Angelita ha contado con una presentación de lujo. Un profesional de la palabra, Carlos Navarro Antolín, subdirector de Diario de Sevilla e hijo de María del Pópulo Antolín, una de las primeras hermanas de la Redención de entre los nuevos vecinos del Corral del Conde cuando ya fue rehabilitado. Su intervención ha dejado claro el conocimiento de una corporación joven que ha experimentado un espectacular crecimiento las últimas décadas. Y no sólo en número, sino en algo más importante, en la calidad del trato a los hermanos y en la altura de miras a la hora de afrontar importantes retos, veáse, por ejemplo, la reciente restauración de la iglesia de Santiago.
Como bien ha mencionado el subdirector de este periódico, tomando prestadas unas palabras de Chaves Nogales, maestro de periodistas, "Angelita estaba allí". Desde el inicio, cuando el 30 de mayo de 1948, día de San Fernando, en casa de su padre esta cofrade escuchó hablar de la fundación de una hermandad. También estuvo presente en las gestiones para tallar la dolorosa, labor que acometió Antonio Castillo Lastrucci. Luego vendría la primera salida del paso de palio, el Lunes Santo de 1961. Fue la pregonera quien le cantó una saeta en la calle Lanza. Ha sido Angelita testigo de excepción de innumerables momentos vividos en el templo, como la visita de Rocío Jurado o la última que realizó el recordado cardenal Amigo Vallejo cuando en la primavera de 2018 dio la primera comunión a un grupo de niños de la hermandad.
Las palabras de Navarro Antolín han trazado un perfecto perfil de esta veterana cofrade de la Redención. "De una generación de mujeres duras. Acostumbrada a no quejarse, a haber sido muchos años la única mujer en ciertos foros [...] sin conocer más 'cuotas' que la de los recibos de la hermandad". Una sevillana que ha protagonizado un libro, a cargo de Carmen Castilla Vázquez, directora del Departamento de Antropología de la Universidad de Granada. Una mujer que se niega a quedarse anquilosada en el ayer. Siempre con la vista y el espíritu puestos en el presente. "Soy una señora mayor actualizada", ha expresado el presentador como autodefinición de la pregonera.

Una presentación en la que no han faltado nombres y apellidos propios que jalonan la historia de la Redención. Desde Fernando Baquero a Antonio Chaves, sin olvidar a Manuel Yruela, Manuel Rodríguez, el cura Hernández Bastos y, por supuesto, Manuel del Cuvillo Redondo, padre del actual hermano mayor.
Todo ello, acompañado de "las cicatrices de las ausencias", tan presentes estos días de júbilo en el Corral del Conde. De ahí este prólogo a quien es historia vida de la hermandad. Sin más imposturas que la de ser siempre fiel a sí misma. "Nadie como tú, Angelita, para hacernos vibrar, nadie con los cimientos de tu autenticidad para mostrarnos nuestra Redención de siempre, la del esfuerzo y la generosidad de tantos hermanos que nos han traído hasta aquí". Palabras premonitorias y certeras de lo que minutos después se ha disfrutado en el Salvador. El privilegio de la autenticidad.
También te puede interesar
Lo último