El resurgir de las Siete Palabras: la salida procesional de 1864

Tras décadas de postración la cofradía salió el Miércoles Santo de aquel año con el paso de misterio

José Bermejo y Carballo asumió un papel trascendental

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El siglo XIX fue fundamental en la revitalización de la hermandad
El siglo XIX fue fundamental en la revitalización de la hermandad

El pasado 23 de marzo se cumplió el aniversario de la icónica salida procesional de la Hermandad de las Siete Palabras de 1864, que por circunstancias y avatares históricos había permanecido en absoluta languidez durante décadas. Tras la aprobación de unas nuevas Reglas en 1798, con la consecuente pero aún tímida revitalización de sus hermanos, la cofradía arranca el siglo XIX con cierto ánimo de recobrar el esplendor pasado. Esta corporación -resultado hoy de la fusión de varias hermandades de diferente carácter- aún residía en su enclave primitivo, el Convento Casa Grande del Carmen, donde poseía capilla propia.

Representación más antigua del paso de las Siete Palabras en 1873
Representación más antigua del paso de las Siete Palabras en 1873 / Valentine Winston Bromley

Sin embargo, este inicio prometedor se vio truncado por la invasión francesa. El mariscal Soult, al frente de las tropas galas, tomó el convento y lo destinó a cuartel general, por lo que las imágenes fueron trasladadas a la Parroquia de San Vicente. En 1805 ya se había reunido la junta de gobierno, pero no volvió a convocarse hasta 1817. Un año después, en 1818, la cofradía celebró cabildo de elecciones, cuyas juntas se elegían de manera anual por aquellos tiempos. Las labores de la cofradía se destinaron, principalmente, a recuperar la capilla del convento y a impulsar la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, titular presente en la hermandad desde sus inicios.

Sin embargo, estas iniciativas no calaron de pleno en los hermanos y devotos -que apenas disponían de tiempo para reunirse por las altas cargas de trabajo- y la Desamortización de Mendizábal, nuevamente, golpeó de pleno a las cofradías y a las Siete Palabras en particular, cuyo titular cristífero quedó depositado en una dependencia de la iglesia del Carmen y la capilla fue destinada a vivienda particular, aunque algunos años después recuperó su función cultual.

El misterio de las Siete Palabras en el interior de San Vicente
El misterio de las Siete Palabras en el interior de San Vicente

En el año 1850 ingresa en la cofradía un personaje clave para la historia de la Semana Santa sevillana: José Bermejo y Carballo, autor de Glorias Religiosas de Sevilla e impulsor de la hermandad de las Siete Palabras. Bermejo, junto a otros jóvenes hermanos, que dos semanas después de jurar reglas propuso la celebración de elecciones, en la que salió elegido como secretario primero. Por desgracia, esta junta no volvió a reunirse en más de un lustro.

La salida de 1864

Influenciados por la corriente romántica -de estilo y pensamiento-, y con el objeto de recuperar devociones antiguas, en 1858 José Bermejo y Carballo resulta elegido hermano mayor de la cofradía, impulsado por el celo de varios jóvenes cofrades y entusiastas. En 1860 se celebra por primera vez quinario en honor al Cristo de las Siete Palabras, epicentro devocional de la corporación en aquel entonces, ya que la devoción a la Virgen de la Cabeza había quedado desplazada.

Los esfuerzos estaban destinados, de manera clara y directa, a realizar la estación de penitencia. En 1863 se aprueba el diseño de un paso y se comienzan a recibir cuotas de hermanos con destino a su ejecución, que finalmente nunca llegó a materializarse, devolviendo la hermandad lo recaudado. En marzo de 1864 se aprueba la salida de la cofradía, con un Bermejo que se mostraba receloso "por la premura y el corto número de hermanos" que componía la nómina. Sin embargo, accedió, y en un paso prestado -se desconoce su procedencia- y el Miércoles Santo de 1864, a las cinco y cuarto de la tarde, la cofradía de las Siete Palabras regresó a las calles de la ciudad en un cortejo compuesto por senatus, banderas, cuatro soldados, nazarenos y estandarte. Y, por supuesto, el paso de misterio, compuesto por el crucificado, la Virgen de los Remedios, San Juan y María Magdalena, cedida por la cofradía de las Cinco Llagas.

Salida de las Siete Palabras una tarde de Miércoles Santo
Salida de las Siete Palabras una tarde de Miércoles Santo

Desde entonces, la corporación realiza anualmente su salida procesional en la tarde del Miércoles Santo con tres pasos, convirtiéndose en un auténtico vestigio vivo de la Sevilla del pasado y de la religiosidad popular de la ciudad a través de los tiempos.

Información extraída de un artículo de Rafael Jiménez Sampedro para el perfil virtual de la cofradía.

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