Sábado de Pasión en Sevilla

El fervor y la emoción está en los barrios

  • Las cinco hermandades del Sábado de Pasión realizan sus estaciones de penitencia en una jornada que estuvo marcada por el sol y el calor.

La Virgen del Rosario de la Milagrosa visita el Hospital San Juan de Dios. / P. Lastrucci

Día soleado. De procesiones soñadas. Como ocurrió el Viernes de Dolores. La segunda jornada de vísperas con nazarenos se desarrolló con total normalidad. Con fervor y devoción. El calor se dejó sentir con fuerza en las primeras horas de procesión de las cinco hermandades que realizaron su estación de penitencia: Torreblanca, la decana; Padre Pío, la primer en salir; el Divino Perdón, clásica en su formas; San José Obrero, seriedad de barrio; y la Milagrosa, que arrastra a muchas personas, aunque este año no pudo discurrir por el Parque García Lorca, donde se vivían los momentos más emocionantes, al tener que cambiar el recorrido para no coincidir con el derbi.

El Cristo de La Milagrosa, ante el Hospital San Juan de Dios / Pablo Lastrucci

A las 13:30 salió, cruzando la carretera, un grupo de ancianas con las franciscanas de los Sagrados Corazones que las cuidan. Iban a la parroquia del Buen Pastor y San Juan de la Cruz, que a las 15:05 abrió sus puertas para que la Hermandad de Padre Pío iniciara el Sábado de Pasión. “En septiembre viene la hermandad a vernos y ahora venimos nosotras”, comentaba ilusionaba una de ellas. Fueron testigos en primera fila de la espectacular salida de la corporación. De rodillas y lentamente los pasos superaron la doble puerta del templo e hicieron sonar las palmas y la música. Salud y Clemencia, el primero, interpretada por la Agrupación Musical Santa Cecilia; Madre de la Divina Gracia el palio, tocada por las Angustias de Sanlúcar la Mayor. En la calle les esperaba el sol y las gentes de su barrio.

Virgen de la Divina Gracia de Padre Pío - Sábado de Pasión en Sevilla

Las altas temperaturas, que marcaron las salidas más tempranas del Sábado de Pasión, hicieron mella. Un costalero tuvo que ser atendido en Padre Pío y una señora llevada en brazos por un miembro de Protección Civil más tarde en Torreblanca. Allí comentaba un veterano del costal: “Menos mal que este año hemos retrasado nuestra hora de salida”. Lo hacía minutos antes de meterse en las trabajaderas del Cautivo ante Pilatos, que salió a las calles acompañado por la jerezana agrupación de la Sentencia. Y entre el paso y los músicos, la Brigada Logística número 21 desfilaba. La luz de la calle Abedul, donde está la puerta de salida procesional de la parroquia de San Antonio de Padua, iluminaba la cara de la talla de Méndez Lastrucci al salir. La cuadrilla de costaleros inauguró el recorrido con un izquierdo tan largo como celebrado entre el público.

Salida de Jesús Cautivo ante Pilato de Torreblanca / Juan Carlos Muñoz

La Virgen de los Dolores salió al mismo que tiempo la banda del Proyecto Fraternitas, esa que ensalzó Charo Padilla en su Pregón y que abría el cortejo, aparecía por la otra punta de la plaza. El recorrido de la hermandad, que estuvo más de ocho horas en la calle, visitó un año más muchos rincones del extenso barrio. Algunos de los que vieron la salida, se giraron y anduvieron unos metros para ver los pasos de nuevo. Pero antes escucharon a las Nieves de Salteras tocar Dolores de Torreblanca.

Así ha salido Ntro. Padre Jesús de la Caridad de San José Obrero / Por José Ángel García

Ambiente de fútbol y cofradías en los barrios de Ciudad Jardín y Nervión. La cofradía de la Milagrosa no olvidará esta curiosa e histórica salida procesional en la que las bufandas del equipo nervionense se mezclaban con los capirotes blancos. Un helicóptero de la policía nacional sobrevoló en varias ocasiones a ambos pasos, el de Jesús de la Esperanza en el Puente Cedrón y el de la Virgen del Rosario, cuando éstos pasaban por el patio del Hospital de San Juan de Dios. En ese preciso momento, a una hora del partido, se vivieron los momentos más emotivos, ante los enfermos y ancianos que allí residen. Destacar el llamativo desfile de la guardia judía, seña de identidad de esta corporación, y la acertada actuación de las bandas de la Redención y la Cruz Roja tras los pasos.

La salida de la Virgen del Rosario de La Milagrosa / Por Joaquín Corchero

Ambiente de barrio antiguo en la salida de la cofradía de San José Obrero, que ponía sus dos pasos a la calle con plena luz del sol y con más que agradables temperaturas. El Nazareno tallado por Fernando Aguado mecía su túnica morada lisa por las calles del barrio, ayudado por Simón de Cirene, obra del mismo autor. La Dolorosa, una de las primeras tallas de Luís Álvarez Duarte, salía bajo su palio azul liso, a juego con su manto, llevándose los aplausos de su barrio y repetidas lluvias de pétalos a largo de su recorrido. Uno de los momentos más destacados de la estación de penitencia se producía en la llegada al Santuario de la Hermandad de los Gitanos.

La Virgen de los Dolores de San José Obrero se reencuentra con los fieles. / Por José Ángel García

En el barrio del Parque Alcosa también realizó su estación de penitencia la Hermandad del Divino Perdón, una cofradía que atesora un gran clasicismo y que atesora dos magníficas tallas de José Antonio Navarro Arteaga.

El Cristo de la Caridad de San José Obrero por la calle Sol

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