Anónimo sevillano en la Avenida

calle rioja

Parcial. Ayer se clausuró una exposición por los 50 años del Polígono San Pablo con fotos en las que se omiten los nombres de los alcaldes Moreno de la Cova y Juan Fernández

Félix Moreno de la Cova, en el hermanamiento de Sevilla con Kansas City.
Félix Moreno de la Cova, en el hermanamiento de Sevilla con Kansas City. / Belén Vargas
Francisco Correal

01 de junio 2017 - 02:33

Ayer se clausuró en la Avenida de la Constitución la exposición conmemorativa de las bodas de oro del Polígono San Pablo, un barrio que empezó a planificarse en 1963 y empezó su andadura en 1967, año al que pertenecen algunas de las fotografías de la muestra, correspondientes a la inauguración de la barriada y a la velá de julio de 1967.

La exposición podía llevar el subtítulo de los alcaldes invisibles. En los textos que acompañan las fotografías sólo aparece el nombre de una representante municipal, Inmaculada Acevedo Mateo, delegada del distrito San Pablo-Santa Justa. Los nombres de los alcaldes Félix Moreno de la Cova (regidor entre 1966 y 1969) y Juan Fernández Rodríguez García del Busto (1969-1975) han sido omitidos en las imágenes en las que los munícipes aparecen respectivamente inaugurando la estación del bombeo del Tamarguillo y el hermanamiento con la ciudad de Kansas City, dos hitos del Polígono San Pablo.

Gobernaron entre 1966 y 1975, uno adquirió los terrenos y otro hizo el traslado de la Feria

Una omisión intencionada o involuntaria, fruto de la memoria histórica o de la desmemoria indolente, que ha propiciado el asombro de algunos visitantes coetáneos de esos munícipes y equívocos entre los más jóvenes, como el que al ver a Juan Fernández Rodríguez García del Busto bajando las escaleras de la estación de bombeo lo confundió con Luis Uruñuela, alcalde de Sevilla entre 1979 y 1983, elegido tras las primeras elecciones municipales de la democracia.

Moreno de la Cova y Juan Fernández fueron alcaldes correlativos, están unidos a decisiones que influyeron en el nuevo rumbo de la ciudad, a modificaciones de su trazado urbanístico. El primero se encargó de adquirir los terrenos de la Junta de Obras del Puerto que propiciaron el traslado de la Feria de Abril desde el Prado de San Sebastián a Los Remedios, mudanza que certificó su sucesor, Juan Fernández.

En favor de los organizadores de la exposición hay que valorar el contraste de imágenes separadas por medio siglo. En 1967 sacaron los Beatles el disco del sargento Pepper. Dos años después, el 23 de marzo de 1969, se produce el hermanamiento oficial entre Sevilla y Kansas City. Félix Moreno de la Cova, que había visitado la ciudad norteamericana, propició la puesta de largo de la avenida Kansas City que dos décadas después acogió como icono un indio obra del escultor Cyrus Edwin Dallin. La estatua se exhibió en el pabellón de Estados Unidos de la Expo 92 -actual sede de la Facultad de Comunicación- antes de pasar al nudo ferroviario más importante de la Sevilla del siglo XXI.

No es la única estatua norteamericana que forma parte del patrimonio escultórico de Sevilla. La Exposición Iberoamericana de 1929 propició la donación de la estatua del Cid Campeador a la ciudad de Sevilla. Su autora es Anne Hyatt Huntington, esposa de Archer Milton Huntington, fundador de la Hispanic Society de Nueva York, entidad que este año ha sido galardonada con el premio Princesa de Asturias.

Además de hermanar Sevilla con Kansas City y adquirir los terrenos para la Feria, el alcalde Félix Moreno de la Cova alentó el primer proyecto de Metro hace casi medio siglo. Sus secuelas son visibles donde estos días ha estado su foto sin nombre en una variante del anónimo sevillano: cada siete minutos pasa en una u otra dirección el Metrocentro, sucedáneo de tranvía que tiene el final de trayecto en la Plaza Nueva donde se proyectó una fallida estación de Metro en tiempos de Uruñuela y de la que en el mandato de Alfredo Sánchez Monteseirín se evacuaron los autobuses urbanos.

Las fotos de Félix Moreno de la Cova y Juan Fernández habrán vuelto a la Hemeroteca municipal. Por la Avenida caminan dos abogados; Dani Olivencia va hacia la Plaza Nueva; Joaquín Moeckel, dirección Alemanes. Hijos de dos caballeros nacidos el año 29, Manuel Olivencia y Otto Moeckel, cuando la Hispanic Society donó la estatua del Cid a Sevilla. Los alcaldes sin nombre gobernaron una década fundamental para comprender la posterior Sevilla de la Transición, la que rigieron Luis Uruñuela y Manuel del Valle en los ochenta, Alejandro Rojas-Marcos y Soledad Becerril en los noventa.

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