Un individuo atracó el pasado jueves a punta de pistola un supermercado de Pino Montano. El delincuente llevaba la mascarilla subida hasta casi los ojos y una gorra bien calada en la frente, para evitar que nadie pudiera identificarlo. Irrumpió en el establecimiento pasadas las ocho y media de la tarde, una hora a la que había muy pocos clientes y cerca ya del cierre.

El sospechoso entró por la puerta y se dirigió a una cajera, que en ese momento estaba contando el dinero que había en la caja. Rodeó el puesto en el que se encontraba la empleada y se dirigió a ella. "En un principio creí que me iba a pedir que dejara la bolsa junto a la caja, pues llevaba una bolsa. Ya después se colocó cerca mía y me pidió que le diera el dinero", explicó la trabajadora a este periódico.

En un primer momento, la cajera se negó a entregarle los billetes que tenía en las manos, pero el atracador insistió e intentó arrebatárselos. Al ver que la empleada se resistía a darle el dinero, el delincuente la amenazó: "o me das el dinero o te pego un tiro". No llegó a mostrarle el arma, aunque luego pudieron ver en las cámaras de videovigilancia que portaba una pistola. También los testigos que lo vieron después en la huida corroboraron que iba armado. 

A pesar de la amenaza, el atracador siguió forcejeando con la cajera y le arrebató el dinero de un tirón. Después, se dio a la fuga a la carrera. Otro trabajador trató de perseguirlo por las calles cercanas. Varias personas se unieron a la persecución, que cesó en el momento en que el delincuente mostró el arma de fuego.

El ladrón consiguió así escapar. La Policía Nacional ha abierto una investigación sobre los hechos. Se han revisado ya las grabaciones de las cámaras de videovigilancia y se ha examinado el lugar de los hechos para tratar de encontrar algún vestigio biológico del sospechoso. La investigación la dirige el Grupo de Atracos, unidad que se encarga de perseguir todos los delitos cometidos con armas de fuego en Sevilla, a excepción de los homicidios.

Ninguna persona resultó herida durante el atraco, aunque el suceso provocó un cuadro de ansiedad y nerviosismo en la trabajadora. Esta mujer regresó este sábado a su trabajo y admitió que se encuentra bien pero que temía el momento en que el supermercado se quedara más tranquilo y se aproximara la hora del cierre.