Plaza Nueva: Isidoro Beneroso

“El Ayuntamiento era una especie de mercado persa”

  • Precoz en su militancia socialista, donde fue clandestino y se fue antes de que lo echaran. Delegado de Urbanismo en el segundo mandato de Manuel del Valle, firmó la fusión de las cajas y asesoró a Arenas

Isidoro Beneroso, en la cafetería José Luis, plaza de Cuba.

Isidoro Beneroso, en la cafetería José Luis, plaza de Cuba. / Belén Vargas

PADRE de Algeciras, madre de Ceuta, Isidoro Beneroso Dávila (Tetuán, 1956) tiene alma de ferry. Concejal socialista el segundo mandato de Del Valle.

–¿Cuándo empezó en política?

–Con Manuel del Valle en la Diputación de Sevilla, no sé si en el Cuaternario Superior o en el Pleistoceno. Fui su jefe de gabinete en la primera legislatura, con 19 concejales, y delegado de Urbanismo en la segunda, con 13.

–¿Se notó mucho seis menos?

–Cambiamos los usos y modos y el Ayuntamiento se transformó en una especie de mercado persa donde todo se pactaba, se compraba y se vendía para gobernar sin sobresaltos en la ciudad que preparaba la Expo. Llegamos a expropiar un millón de metros cuadrados y salimos vivos. Nos repartíamos los papeles. Yo pactaba con Soledad Becerril temas de Urbanismo y Paco Moreno los sociales con Izquierda Unida. Con quien no pactábamos nunca, porque se negaba, era con Alejandro, que es la desmesura con esa facilidad para triunfar y estrellarse.

–En 1987, Felipe, Borbolla y Del Valle. En 2018, Pedro Sánchez, Susana Díaz, Juan Espadas. ¿El PSOE vuelve a ser uno y trino?

–Hay que reconocer que ahora esa trinidad tiene diversidad de género. En aquella época la verdad es que el PSOE era algo presente en casi todo. Las tensiones entre Administraciones eran tensiones entre socialistas, las negociaciones entre Administraciones, igual.

–¿Qué le distancia del PSOE?

–Entré muy jovencito en el PSOE, con 17 años, allá por 1973, sin que hubiera ninguna razón social ni familiar. Con el tiempo, no veía las cosas de distinta manera.

–¿Qué hace a un hombre de izquierdas más conservador, el dinero, la realidad, la edad?

–Decía Churchill que si eres joven y no eres de izquierdas es que no tienes corazón y que si eres mayor y lo sigues siendo es que no tienes cerebro. Sigo pensando en términos progresistas en muchas cosas, lo que sí tengo es más experiencia vital y menos fe intangible en las religiones.

–Con el también concejal Juan Manuel López Benjumea formó una pareja política ‘de hecho’...

–Nos llamábamos primos. Conozco a Juanma desde los 16 años. Hay un paralelismo vital. Él es un chico de clase media del Prado de San Sebastián, yo de los Remedios; el estudió en el Colegio Alemán, yo en los Padres Blancos. Ingresamos en el PSOE en la misma época. Él jugaba al ping-pong y yo al rugby. Nos separa que es palangana, hijo de Torróntegui, de la delantera stuka, y yo verderón.

–Uno estuvo al frente del Monte y otro de la Caja San Fernando.

–De ahí proviene lo de “mi primo”.

–¿También se sintió espiado?

–Yo me he sentido espiado desde que tengo uso de razón, pero considero que son gajes del oficio.

–A los dos los expulsan del PSOE el año 2002...

–Yo dejé de pagar la cuota ocho meses antes. No les di ese gusto.

–¿Y se pasó al PP?

–No he militado nunca en el PP. Asesoré a Javier Arenas en temas económicos y financieros. Con una militancia me bastó. Era mayor para la disciplina de partido.

–¿Trató al Isidoro clandestino?

–Tengo una alta consideración de Felipe González como político. Lo conocí poco después de Suresnes.

–Su promoción de Derecho ha hecho 40 años. ¿Un profesor?

–Don Manuel Clavero. Un maestro de Derecho y de la vida, una persona injustamente tratada en esta ciudad. Recuerdo las pintadas de Clavero Rojo Traidor.

–¿Más de la calle Tetuán que de Tetuán?

–Llegué a Sevilla con cinco años. Mi suegro, José Luis Prats, era de Melilla. Otra persona que hizo mucho por esta ciudad y se lo reconoció muy poco. Tiene una avenida en Dos Hermanas y una plaza en La Puebla del Río. Emasesa es lo que es gracias a él. Diseñó el sistema de aguas, desde los pantanos hasta el depósito del Carambolo. Esta ciudad es muy ignara con los adelantados.

–¿Qué hace ahora?

–Vivo de mis negocios. Estoy encantado con mis nietas (Jimena, Pía, Olivia). Voy a tertulias de iconoclastas. Estudio inglés. Viajo.

–Ganó Trump, salió el Brexit, gobierna Pedro Sánchez. Lo normal es que hoy gane Croacia...–Mi apuesta era Senegal-Japón. La política cada vez se parece más al fútbol. Hay políticos cuyo único mérito es que sudan la camiseta.

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