Campus de Alcázares a Harvard

calle rioja

Recuerdo. El colegio San Francisco de Paula y la asociación de antiguos alumnos del centro organizan un homenaje de reconocimiento al magisterio de Márquez Villanueva.

Francisco Correal

28 de junio 2013 - 01:00

DOS químicos. Dos abogados. Tres periodistas. El director del colegio San Francisco de Paula, Luis Rey Goñi, les regaló a los alumnos que terminaron sus estudios en el curso 2002-2003 un obsequio de décimo aniversario muy especial: una mesa redonda de homenaje al profesor Francisco Márquez Villanueva (1931-2013), recientemente fallecido, que fuera alumno de este centro. Dejó dos grandes lecciones magistrales: que no hay mejor herramienta para un alumno que el estudio, el esfuerzo y la disciplina, y que al colegio, a diferencia de la Universidad que lo echó en 1959, siempre se vuelve.

Márquez Villanueva estuvo presente en un emotivo documental-entrevista grabado y producido por Euromedia con motivo de la inauguración de la biblioteca del centro que lleva su nombre. Una parte de esos fondos bibliográficos, del donoso escrutinio de este cervantino de prestigio mundial, formó parte de la exposición que tuvo lugar en el Alcázar, en la que estuvo presente cuando estaba a punto de cumplir los 80 años.

Donoso escrutinio sin cura, pero con barbero. El cronista, en su intervención, recordó que su peluquero, Antonio Melado, fue alumno de este mismo colegio, como lo son ahora sus hijos Iván y Elena y donde es profesora de Inglés Hellen, su esposa galesa, nacida en Llandudno, patria chica de Lewis Carroll.

Manuel del Valle Arévalo, alcalde de Sevilla entre 1983 y 1991, hizo dos retratos de Márquez Villanueva: el profesor al que conoció en la Universidad, cuando aquellos jóvenes estudiantes lo encontraban en la Biblioteca en la que jugaban a conspirar; el profesor al que las alumnas de Letras, mayoritarias, le pusieron el apodo de Bollito de Leche; muchos años después, lo reencontró en la Fundación del colegio, y fue allí donde el profesor le confió que volver a Sevilla no figuraba entre sus planes. Del Valle leyó parte del poema de Luis Cernuda A mis paisanos para un profesor que compartió ciudad de nacimiento con el autor de Ocnos y murió en Boston, como Pedro Salinas, compañero de la generación del 27, el traductor de Proust que nos enseñó a vivir en los pronombres.

Juan Salas Tornero es presidente de la Asociación de Antiguos Alumnos del San Francisco de Paula de la que Márquez Villanueva era uno de sus más ilustres miembros. El que fuera presidente de los empresarios sevillanos recordó disquisiciones con el catedrático de Literatura, paralelismos entre su propia marcha de Sevilla y la trayectoria de Mateo Alemán. El autor del Guzmán de Alfarache, objeto de un completo estudio por parte de Márquez Villanueva, fue hermano mayor del Silencio, cofradía a la que pertenece Salas Tornero.

55 años llevaba Luis Madrid, químico del suelo, antiguo alumnos del San Francisco de Paula, guardando unos apuntes sobre cronistas de Indias impartidos por un profesor del que al cabo de más de medio siglo conoció su identidad. Recordó al entonces joven enseñante que mostraba una historia sin "leyendas negras ni rosas" y a quien los alumnos del colegio llamaban Pipol.

Los tres periodistas han perdido una fuente informativa de primera mano. Jesús Álvarez, antiguo alumno, compañero del Abc, es quizás el que más veces lo ha entrevistado con esa privilegiada relación de maestro-alumno. "Siempre me preguntaba si ya tenía el titular". Juan Luis Pavón contó cómo desde la puesta en marcha de Diario de Sevilla el 28 de febrero de 1999 lo incorporó como una de las firmas más valiosas y leyó una de sus colaboraciones que podían versar sobre el Siglo de Oro, la picaresca, los moriscos o su buen amigo Manuel Ferrand.

Márquez Villanueva ejercía su prestigio en Harvard, en una Universidad "sin estrellas", como decía en dicho documental. Era una forma educada de decir sin profesores mediocres y ambiciosos, que no otra cosa es el estrellato docente. Al final, apareció un resumen de sus galardones, incluida su no consumada candidatura al premio Príncipe de Asturias. El tercer periodista de la mesa hizo de abogado del diablo y habló por boca de Mourinho. "Si ese premio lo tiene hasta Iker Casillas". Y deportistas que juegan al golf y conducen coches por encima de la velocidad permitida.

La biblioteca Márquez Villanueva sigue a disposición de alumnos, profesores y amigos del San Francisco de Paula. Juan Luis Pavón envió por pdf a la web del colegio todas las colaboraciones del catedrático, incluidas sus vivencias cofrades como hermano de San Bernardo. La organización del homenaje corrió a cargo de la asociación de Antiguos Alumnos, con la mano diestra de Ignacio Romero, gerente de la misma, joven profesional que no formó parte de este centro. Estudió en el colegio Aljarafe, trabajó en Forja Siglo XXI y encarna el espíritu de inquietud que promulgara Márquez Villanueva desde Alcázares hasta Harvard.

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