El Ayuntamiento ha iniciado las obras de conservación de los obeliscos de piedra que dan acceso al recinto de la Exposición Iberoamericana del 29, con un presupuesto de licitación de 63.000 euros. Se trata de cuatro pares de monumentos localizados en el entorno de la Glorieta de San Diego y el consulado de Portugal, diseñados por el arquitecto Vicente Traver y Tomás.

Los obeliscos son pilares de ladrillo sobre basamentos de piedra caliza, rematados con rocallas, frontones y pináculos de piedra arenisca. Estilísticamente reproducen motivos arquitectónicos del barroco, con basamentos mixtilíneos, faces almohadilladas, elaboradas del mismo material. Los remates de arenisca son genuinamente barrocos, con rocallas de influencia rococó, decoraciones vegetales y remates abalaustrados que concluyen en pináculos y bolas. "En los últimos años la Gerencia de Urbanismo ha llevado a cabo sucesivas obras de reforma y remodelación de la zona comprendida entre la Glorieta de San Diego y el Casino de la Exposición para mejorar este entorno urbano y recuperar sus bienes más singulares, como el Monumento de El Cid, la verja de fundición del antiguo cerramiento y la Glorieta de San Diego", recuerdan fuentes municipales. A estas actuaciones se suma ahora la conservación de los pilares que, junto a la citada verja, conformaban la entrada principal de la Exposición de 1929. La propuesta de intervención sobre estos elementos realizada por la Gerencia de Urbanismo se ciñe exclusivamente a la ejecución de los trabajos de mantenimiento necesarios para asegurar la pervivencia de este bien, ante la evidencia del progresivo deterioro que sufre.