Condena mínima para un hombre que cortó el dedo a otro con una catana

La Audiencia de Sevilla ha condenado a 22 meses de prisión a un hombre de 34 años que atacó a otro con una catana en un bar de La Algaba. El agresor casi amputó el dedo pulgar derecho a la víctima, que ha sufrido pérdida parcial de la funcionalidad de este miembro. El tribunal ha tenido en cuenta la atenuante de reparación del daño, pues el acusado pagó la cantidad íntegra que pedía la víctima, 15.000 euros, así como la drogadicción que padece desde hace años.

Los hechos ocurrieron el 13 de febrero de 2022 en un bar de La Algaba, según consta en una sentencia de la Sección Primera, a la que ha tenido acceso este periódico. El acusado, A. B. L., con antecedentes, se encontró en el establecimiento con la víctima, a la que alguien había robado sus herramientas de trabajo, que estaban en el interior de su coche, cinco días antes. Pensando que el acusado podía estar detrás de ese robo, la víctima le pidió a éste que "le devolviese sus chismes". El delincuente le dijo que él no tenía sus herramientas y se marchó corriendo del local.

Unos minutos después, regresó con una catana envuelta en un jersey, con la que acometió a su rival. Éste intentó cubrirse con una silla del bar, que utilizó a modo de escudo. Pese a ello, el golpe con la catana le alcanzó en el dedo pulgar de la mano derecha, que casi seccionó y comenzó a sangrar abundantemente. El autor de la agresión se marchó del bar.

La víctima sufrió la amputación casi completa del dedo, aunque finalmente pudo conservarlo gracias a la cirugía reparadora. Las lesiones tardaron en curar 123 días. Le quedan cicatrices visibles en la mano y ha perdido la movilidad de la primera falange. El acusado fue detenido tras la agresión y ha estado en prisión desde el 16 de febrero hasta el 7 de diciembre, cuando fue puesto en libertad provisional. A principios de mes consignó la cantidad de 15.000 euros, que solicitaba la acusación particular como indemnización por las lesiones sufridas por su cliente.

La Fiscalía y la acusación pedían cinco años de cárcel por esta agresión. El caso suscitó un debate jurídico sobre si debía condenarse al acusado por ser autor de un delito de lesiones tipificado en el artículo 148 del Código Penal, o si debía hacerlo por el subtipo agravado establecido en el artículo 150 del mismo texto legal. En el primer caso se condena la agresión con armas, mientras que en el segundo se endurece la pena si la herida supone una pérdida significativa de la funcionalidad del miembro.

Sin embargo, el tribunal pudo constatar que la lesión no había supuesto la pérdida o inutilidad completa del dedo pulgar, pues la víctima pudo conservar su movilidad. La Fiscalía y la acusación particular pedían cinco años de prisión por el artículo 150, pero finalmente se impuso la tesis de la defensa, ejercida por el abogado José Antonio Cumplido González.

Además, se le aplicó la atenuante de reparación del daño por consignar los 15.000 euros que pedía la víctima, así como la de drogadicción. El acusado ha sido usuario del centro de drogodependencia del Polígono Norte desde el año 2016 y está diagnosticado de trastornos mentales y del comportamiento debidos al consumo de cocaína y cannabis con síndrome de dependencia, así como al abuso del alcohol. De hecho, durante el juicio afirmó que "iba mareado por cocaína, cannabis y alcohol, ya que llevaba dos días por ahí". Recordaba el origen de la pelea, pero tras ella, lo siguiente que rememoraba era su estancia en prisión.

Tras esta sentencia condenatoria, la Audiencia ha decretado la puesta en libertad provisional del acusado, "teniendo en cuenta que el límite de la mitad de dicha pena (de 22 meses) expira el próximo 16 de enero, atendiendo al tiempo transcurrido desde la comisión de los hechos". Se le impone una orden de alejamiento de 150 metros de la víctima, su domicilio, lugar de trabajo o cualquier otro donde se encuentre.