La Policía Nacional detuvo ayer a cuatro personas por su presunta participación en la muerte de Mariano M. S., el joven de 17 años que falleció el pasado 31 de marzo tras ser alcanzado por una bala perdida en las Tres Mil Viviendas. Los cuatro arrestados huyeron del Polígono Sur tras el tiroteo y se habían instalado, como la mayoría de los miembros de su clan, en un asentamiento chabolista junto al puente de hierro de San Juan de Aznalfarache.

Decenas de agentes tomaron ayer el poblado para detener a los implicados en el crimen, que son el matrimonio formado por Sergio J. N. y Ana P. N., el hijo de ambos Jesús J. P. y otro familiar llamado Antonio J. V. Todos son miembros del clan de los Caracoleños, procedente del antiguo asentamiento de Los Bermejales y que residían en el Polígono Sur desde el verano de 2004, cuando la Gerencia de Urbanismo les entregó 42.000 euros a cada familia para que abandonaran el poblado.

El 29 de marzo, los cuatro detenidos se enzarzaron en una reyerta con miembros de otro clan de las Tres Mil Viviendas, conocido como los Dominguín, por un asunto relacionado con el tráfico de drogas. En el curso de esta pelea, uno de los implicados abrió fuego y la bala impactó en la cabeza de un joven de 17 años que viajaba en la parte de atrás de un todoterreno conducido por su padre. El adolescente, miembro de otro clan del barrio conocido como Los Mariano, falleció dos días después en el Hospital Virgen del Rocío.

La muerte de este joven precipitó la salida del Polígono Sur de los dos clanes implicados en el tiroteo, que temían una venganza por parte de los familiares de la víctima. Los Caracoleños se fueron estableciendo a lo largo del mes de abril en los bajos del puente de hierro, donde ya existía un pequeño núcleo chabolista desde hace más de tres años. Los Dominguín huyeron a Madrid. En la capital de España fueron detenidos el 4 de mayo dos miembros de este clan por su participación en el tiroteo en el que murió el menor. Los dos arrestados en Madrid son Manuela V. M. y su hijo Domingo P. V. La Policía tendrá ahora que esclarecer quién fue el autor material del disparo, si bien en un principio las investigaciones apuntan a que el tiro lo efectuó este último, que se encuentra en prisión mientras su madre quedó libre.

La operación policial desarrollada ayer en el asentamiento se produjo dos días después de que los familiares de la víctima intentaran tomarse la justicia por su mano. El padre y tres tíos del joven fallecido tirotearon presuntamente una furgoneta de un integrante del clan de los Caracoleños el pasado martes en la calle Luis Ortiz Muñoz, en las Tres Mil Viviendas. La Policía detuvo a los cuatro familiares de la víctima, miembros del clan de los Mariano, que quedaron ayer en libertad con cargos.

En total son diez los detenidos por su relación con el crimen, entre presuntos autores, participantes en la reyerta y familiares de la víctima que intentaron vengarse. Los cuatro parientes del joven prestaron declaración ante el juez antes de quedar libres y negaron su participación en los hechos asegurando que tienen prohibido el uso de armas porque pertenecen a la religión evangélica. Según fuentes del caso, el fiscal no pidió el ingreso en prisión porque un informe de la Policía explica que la fractura de un cristal que presentaba el coche propiedad del agredido podría deberse tanto a un impacto de bala como a una piedra o cualquier otro objeto contundente.

Aprovechando la redada, los agentes derribaron las chabolas situadas bajo el puente, donde se realizarán unas obras en las próximas fechas. La portavoz del gobierno local, Maribel Montaño, informó ayer de que las administraciones comenzaron a desarrollar actuaciones "de manera coordinada" para erradicar el poblado y realojar a los chabolistas.