El Ejército israelí sitia el corazón de Gaza y divide en dos la Franja

L La crisis en Oriente Medio

Los tanques y la artillería entran a tres kilómetros de la capital e incomunican el norte y el sur del territorio · Es la operación militar más sangrienta en terreno palestino

Un palestino, con su hija herida en brazos, a las puertas de un hospital.
Un palestino, con su hija herida en brazos, a las puertas de un hospital.
Agencias / Jerusalén

05 de enero 2009 - 05:03

Las tropas israelíes continuaron ayer su ofensiva terrestre sobre la Franja de Gaza manteniendo intensos combates con milicianos de la organización islamista palestina Hamas en lo que es ya la operación militar más sangrienta de todos los tiempos en los territorios palestinos. Hasta ahora, la intervención más cruenta en la zona había sido la operación Escudo Defensivo, que comenzó en Cisjordania el 29 de marzo de 2002 y dejó en cinco semanas 497 palestinos muertos.

Después de ocho días de intensos ataques aéreos, los soldados y tanques israelíes se adentraron en la noche del pasado sábado en la Franja de Gaza desde cuatro puntos, y a lo largo de la jornada de ayer dividieron el territorio en una mitad norte y otra sur -en una línea imaginaria que discurriría en paralelo a la valla fronteriza norte hasta el mar Mediterráneo-, dejándolas incomunicadas entre sí. La táctica de dividir la Franja -de cuarenta kilómetros de largo por quince de ancho y donde viven millón y medio de personas- tiene como finalidad cerrar las vías de comunicación y de aprovisionamiento de Hamas y otros grupos armados, el objetivo de la invasión repetido insistentemente por el Gobierno hebreo. En cambio, el Ejército israelí, que sigue movilizando a sus reservistas, no logró anular con ellos a las milicias, que lanzaron ayer más de 30 proyectiles a territorio israelí.

La operación terrestre dejó aislada Ciudad de Gaza, la mayor localidad del territorio, donde se estima que residen unas 500.000 personas y cuyas calles estaban desiertas. En la capital ya sólo se escuchaba el sonido de los aviones israelíes, que apoyan desde el aire la invasión terrestre, de las explosiones y de los disparos de artillería. Según medios israelíes, las tropas avanzaron hacia el corazón de la Franja logrando establecerse en el antiguo asentamiento judío de Netzarim, a unos tres kilómetros al sur de Ciudad de Gaza, consiguiendo así aislar la capital e impidiendo con ello la entrada de ayuda humanitaria y de la prensa.

Por el camino, las tropas israelíes se enfrentaron a milicianos de Hamas, quienes respondieron con disparos de obuses de mortero y detonando bombas colocadas en el camino. La imagen más repetida de la jornada de ayer eran las numerosas columnas y nubes de humo de edificios ardiendo.

Con el avance de la operación terrestre crecen también las preocupaciones sobre la situación humanitaria en la zona. Según dijo a Efe Hasan Yalaf, viceministro de Sanidad de Hamás y director general del Hospital de Shifa, gran número de los fallecidos desde el inicio anoche de la invasión terrestre son civiles. "Israel dispara contra las casas y los mercados", clamó. Mientras, una cooperante extranjera calificó de dramática la situación en los hospitales. Según la coordinadora de la organización Medical Aid for Palestinians, Fikr Shalltoot, en Gaza hay tan sólo 2.500 camas de hospital y, debido a los apagones, el mayor de los hospitales necesita de generadores.

Uno de los ataques más cruentos de ayer costó la vida a una madre y sus cuatro hijos, que murieron en un bombardeo aéreo en el este de la ciudad de Gaza.

Por su parte, el Ejército israelí confirmó su primera baja desde el inicio de la ofensiva, la de un soldado, y desmintió que los milicianos de Hamas hayan capturado a dos soldados israelíes durante la incursión terrestre. La organización islamista convocó a todas las facciones palestinas a una reunión de crisis para "decidir una actuación conjunta frente a la ofensiva del Ejército israelí".

Desde el Gobierno hebreo, se pronunció su primer ministro, Ehud Olmert, quien afirmó que la operación terrestre en Gaza era "inevitable". "Esta mañana, puedo miraros a cada uno a los ojos y deciros que el Gobierno hizo todo antes de decidir lanzar una operación", manifestó.

Por su parte, el presidente israelí, Simon Peres, rechazó cualquier posibilidad de un alto el fuego. "No aceptaremos la idea de que Hamas siga disparando mientras declaramos un alto el fuego. No tiene ningún sentido", indicó.

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