Una políglota en la política

obituario

Fallece Lola Meléndez, quien fue durante 20 años concejal del PP

Antes de llegar a la política trabajó como representante española de importantes empresas internacionales

Lola Meléndez, en una imagen de archivo.
Lola Meléndez, en una imagen de archivo. / J.a García
Diego J. Geniz

Sevilla, 06 de octubre 2017 - 13:35

"En España no se valoran el conocimiento o el sentido común de las personas mayores". La frase corresponde a una de las últimas declaraciones que realizó Dolores Meléndez Martínez-Agulló, quien falleció la noche del pasado jueves a los 84 años. Esta madrileña fue concejal popular del Ayuntamiento de Sevilla durante 20 años. Una carrera política que había tenido su precedente en la Transición, cuando ingresó en Alianza Popular. Sus conocimientos en inglés y francés le permitieron trabajar de relaciones públicas en periódicos y empresas internacionales, lo que suponía un gran logro para una mujer en una España pintada en blanco y negro.

Lola Meléndez -como así la conocían compañeros de partido y oposición en el Ayuntamiento hispalense- nació en Madrid el 26 de febrero de 1933. Su padre, militar, la envió a un colegio de monjas francesas, donde pronto aprendió a escribir y leer. En este centro estaba prohibido hablar español, por lo que no tardó mucho en dominar la lengua gala. Desde bien pequeña mostró su predilección por los idiomas. Siendo una adolescente también aprendió inglés, por lo que se convirtió en una de las pocas españolas que podían presumir en aquella época de ser políglota.

Bien temprano le llegaron las ofertas laborales por este conocimiento. Su primer trabajo lo desarrolló en Arquitectos Ingenieros en las Bases Españolas (AESB). Tenía entonces 20 años. Luego vendrían otros empleos. La contrataron como intérprete y relaciones públicas en las sedes que mantenían en Madrid los rotativos The Whashington Post y Sant Louis Post Dispatch. Tal fue el éxito de esta labor que pronto la reclamaron firmas internacionales como Bendix Internacional, Converse y Dupont. Era el Madrid de los años 50, una década en la que Meléndez, debido a su trabajo, frecuentaba el Hotel Ritz y el Palace, donde, según declaró a este periódico en una de sus últimas entrevistas, los trabajadores "le hacían la reverencia" cuando la veían, al considerarla la máxima representante en España de estas enseñas mundiales. No en vano, tuvo que ejercer de intérprete con todos los ministros de Franco cuando se reunían con dichas empresas, ya que casi ninguno hablaba un idioma extranjero. La única excepción era Carrero Blanco, que tenía cierto manejo en el inglés.

Esta carrera profesional acabó en 1962, año en el que contrajo matrimonio con Luis de Santiago, militar como su padre. Fruto de esta relación fueron sus cinco hijos. Debido a la profesión de su marido, la familia se trasladó a Cáceres. En Extremadura sufrió uno de los momentos más trágicos, al perder a su hija mayor, Lola, en un accidente en Trujillo. En 1979 ascendieron a su marido a teniente coronel, por lo que de nuevo se trasladaron, en esta ocasión a la Cría Caballar de Sevilla. Fue entonces cuando Meléndez fijó su residencia definitiva en la capital de Andalucía, ciudad que había conocido mucho antes, durante un viaje en el que disfrutó de la Semana Santa y la Feria de Abril.

Aquel año conoció la que llamó su "vocación tardía": la política. Ingresó en Alianza Popular (AP) y al poco debutó como suplente en las listas electorales que presentó a los primeros comicios democráticos municipales la Coalición Popular, formada por Alianza Popular, el Partido Demócrata Popular (PDP) y Unión Liberal (UL). Cuatro años después ocupó el quinto puesto en la candidatura de la coalición. En ese mandato, ya desarrolló su labor como concejal y teniente de alcalde. Entre 1986 y 1987 se convirtió en la primera portavoz femenina de AP, una vez que se había disuelto la coalición.

"No fueron años fáciles", recuerda Javier Arenas, actual vicesecretario general del PP, quien destaca de Meléndez que "pese a tener unas convicciones muy firmes, fue una mujer tremendamente moderna". "Era una señora de la política", refiere el que es considerado como padre de la derecha andaluza, quien también incide en la "magnífica relación" que mantenía con los ediles de la oposición, entre ellos Fernando Villamil, portavoz del Partido Comunista, y el propio alcalde, el socialista Manuel del Valle, que la nombró representante del Ayuntamiento en varios congresos internacionales. A la par, formaba parte de los comités ejecutivos regionales y provinciales de Alianza Popular, y luego, más tarde, del PP.

En 1987 dejó la política municipal tras varias discrepancias con la dirección local de AP, que le abrió un expediente. Reapareció en el Ayuntamiento de manos de Soledad Becerril, en 1995. Un año después entró como concejal, al sustituir a Jaime Bretón. Se hizo cargo de la delegación de Consumo, Mercados, Educación, Gobierno interior y Patrimonio. Coincidió en este mandato con Manuel García, actual hermano mayor de la Macarena, quien la recuerda como "una mujer muy educada y trabajadora". "Raro era el día en que no se llevaba trabajo a su casa", señala García.

Entre sus logros, cabe destacar la construcción del Mercado de Los Remedios y el nuevo convenio colectivo que consiguió sacar adelante en Mercasevilla (de la que fue su primera presidenta), tras largas negociaciones. En este cargo demostró una de sus mayores cualidades que menciona Javier Arenas: "Una gran capacidad de oír a los demás". De hecho, el recuerdo favorito de su etapa en la política municipal era una placa que le entregó el comité de empresa del mercado central "por ser la primera persona en romper moldes en la presidencia".

Desde 1999 a 2007 siguió ocupando su acta de concejal, ya en la oposición. Hace 10 años abandonó definitivamente la política. Siempre presumió de haber pertenecido al "mejor gobierno que ha tenido la ciudad, el de Soledad Becerril".

En los últimos años de su vida se quejaba de que los compañeros más jóvenes de su partido no le pidieran consejo, aunque ella siempre les daba una recomendación: "Antes de ocupar un cargo público, hay que saber defenderse en la vida, haber ganado dinero fuera de la política y ser honrado". Su vida siguió estas pautas. A la perfección.

stats