Tal que Góngora y Quevedo
Calle rioja
Clasicismo. El libro antiguo es símbolo de modernidad, vehículo de una pasión en la que se puede encontrar a un librero bético que habla catalán
EL libro antiguo es la modernidad. Está junto al puesto de la librería Renacimiento, pero se siente barroco. Miguel González vende a un euro sus poemas desplegables de amor. "Me llaman Quevedo por mi aspecto y por el tipo de poesía estoica que hago". Trabajó en una editorial, recogió fresas y lavó cubas piríticas.
Carteles de ediciones pretéritas con imágenes de Valle-Inclán y Juan Ramón Jiménez. Este año está Borges, autor de un poema cuyo título, Sur, es el de la librería que fundaron Manuel Vila y Milagrosa Díaz, su esposa, vicepresidenta de la asociación de libreros de Viejo. Atiende al público su hijo, más sensible al cine y a la fotografía. Entre la clientela, el ufólogo Ignacio Darnaude, el dentista Aníbal González, nieto del arquitecto, o el periodista Víctor Fernández, que busca algo de Chaves Nogales.
Ignacio Sánchez Meléndez compró la casa de los Terceros en 1984 y montó la librería en 1986, el año que muere Borges. El librero convive con esos saltos: la señora que pide varios volúmenes de Herodoto en inglés y un anticuario que le pregunta por el libro de cocina de Carlos Herrera. Si sonaran sus libros, se oiría música de Aute y de Bebo Valdés.
Antonio Castro está especializado en Historia de América, primeras ediciones y generación del 27. La librería Alejandría tiene sonoridad borgiana. José Manuel Quesada, presidente de la asociación, tiene la sede en el Pasaje de los Azahares. "¿De teatro tiene algo?", pregunta una chica. "Mucho, pero no sé que busca. Lope, Tirso, Calderón...". "¿Tiene algo de Alfonso del Paso?".
Don Cecilio es una librería de Triana que abren en los sesenta dos aficionados al cómic que tenían una tienda de muebles frente a la O. Despachan Jesús Mayoral, sevillano del 36, "nací tres días antes de los tiros", y su hijo Jesús. "El Capitán Trueno le gana al Jabato, ¿dónde va a parar?".
García Prieto, segunda generación de libreros de viejo, tiene la librería en Alcalá, 123, frente al Retiro. "Aquí no hay el libro más vendido, porque sólo tengo un ejemplar de cada libro. Lo importante es curiosear, encontrar". Libros de los siglos XV, XVI y XVII. "Sí hay salida. Investigadores, bibliófilos, gente que utiliza los libros como objeto de inversión".
Exilio. Aviación. Judíos. Cuba. Marruecos. Fotografía. Epígrafes de la librería de Manuel del Pino, sevillano de la Puerta de la Carne, donde nació en 1956, afincado desde hace más de treinta años en el barrio de Gracia de Barcelona. Sigue siendo socio del Betis. "Trabajo mucho la guerra civil española, ambos bandos, la vanguardia, las relaciones con América". Por eso Dani Pinilla, que se va a Bilbao a presentar su libro Operación Malinche, entra en su mágico espacio, epígrafe Cuba, para buscar el libro Cuba más allá de Fidel. El librero sevillano habla catalán "como el ochenta por ciento de mis clientes". Su hijo nació en Sevilla, su hija en Barcelona. "Pero esto nació conmigo y morirá conmigo".
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