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El Valme incorpora la técnica del láser verde para pacientes con tumores benignos de próstata

  • Se trata de un método pionero en Sevilla cuyas principales ventajas son la baja tasa de sangrados y la rápida recuperación del paciente

El doctor Francisco Rivera Muñoz, urólogo del Hospital de Valme, durante una cirugía urológica.

El doctor Francisco Rivera Muñoz, urólogo del Hospital de Valme, durante una cirugía urológica. / H. U. V.

El Hospital de Valme ha incluido en su cartera de servicios de forma innovadora en la provincia de Sevilla un procedimiento quirúrgico con láser verde para reducir tumores benignos de próstata o hiperplasia benigna, que es el tumor no canceroso de la glándula prostática más frecuente en el hombre. De esta técnica, según señala el responsable de la Unidad de Próstata del centro, Francisco Rivera Muñoz, altamente adiestrado y especializado para su aplicación, podrán beneficiarse los pacientes que así lo requieran entre una media de 2.500 y 3.000 que son atendidos con síntomas de tracto urinario inferior vinculados al crecimiento prostático en el Área de Gestión Sanitaria Sur cada año.

La terapia con láser verde (Green Light XPS) es un procedimiento mínimamente invasivo, realizado a través de endoscopia y mediante la aplicación de una delgada fibra introducida por la uretra que transmite energía a alta potencia sobre el tejido prostático, produciendo su vaporización y eliminación. La luz de láser verde tiene un nivel de absorción muy alto por el tejido prostático y mínimo por el agua. Esto permite la vaporización del tejido eliminándose mediante un sistema de irrigación continua al mismo tiempo que hace que se cierren los vasos sanguíneos (fotocoagulación) por lo que el sangrado es mínimo.

La principal ventaja de este procedimiento es que reduce no sólo el tiempo de ingreso, también el sangrado. La eliminación del tejido prostático de forma incruenta hace posible la coagulación instantánea de los vasos sanguíneos, lo que minimiza el sangrado intra y postoperatorio frente a la cirugía convencional, y posibilita operar próstatas de gran tamaño sin necesidad de recurrir a la cirugía abierta, evitando las complicaciones que ello comporta. Además, la recuperación postoperatoria del paciente conlleva tratamientos quirúrgicos en el marco de un programa de Cirugía Mayor Ambulatoria, con ingresos menores de 24 horas y la reincorporación a la vida normal del paciente de forma precoz junto al alivio inmediato de los síntomas.

"Esta nueva técnica, de menor agresividad, supone una alternativa segura, ofreciendo resultados tan eficaces como los obtenidos con la cirugía convencional con una menor tasa de complicaciones y notables ventajas que inciden fundamentalmente en la disminución de la morbilidad y de la estancia hospitalaria", subraya el doctor Rivera Muñoz.

La hiperplasia benigna de próstata es el tumor benigno más frecuente en el varón cuya incidencia sube a mayor edad. Afecta al 15% de varones a los 40 años, al 50% a los 50 años y hasta al 80% por encima de los 80 y, con el aumento de la esperanza de vida, se ha convertido en una patología en crecimiento. Consiste en un aumento del volumen de la glándula prostática que provoca la compresión de la uretra y que el tejido de la vejiga se engrose, haciendo que el paciente tenga dificultad con la micción debido a que el flujo de orina no es fluido y ésta se estanque en la vejiga. Por esta razón, las personas que sufren de este problema ven mermada su calidad de vida, tienen una sensación de vaciamiento incompleto después de orinar y sienten la necesidad de orinar con frecuencia. En estadíos avanzados de obstrucción, incluso puede causar insuficiencia renal.

Aunque de forma general entre un 5 y un 10% de estos pacientes requieren un tratamiento quirúrgico de forma obligada, el porcentaje es mucho mayor debido a que la evolución de la patología va a demandar en la mayoría de los casos una indicación quirúrgica. Precisamente al ser una patología con presencia de pacientes cada vez de mayor edad, la complejidad para criterios quirúrgicos crece al reunirse otras patologías asociadas.

Los doctores Pedro Blasco y Francisco Rivera, acompañados del equipo de profesionales que han participado en esta cirugía innovadora. Los doctores Pedro Blasco y Francisco Rivera, acompañados del equipo de profesionales que han participado en esta cirugía innovadora.

Los doctores Pedro Blasco y Francisco Rivera, acompañados del equipo de profesionales que han participado en esta cirugía innovadora. / H. U. V.

Según el doctor Pedro Blasco, jefe del servicio de Urología, la incorporación de este novedoso procedimiento quirúrgico forma parte de su estratégica apuesta por las tecnologías de nueva generación. "Responde a nuestro reto permanente de la mejora continua", afirma.

De hecho, actualmente, el Hospital de Valme es uno de los centros hospitalarios andaluces con el abanico más completo para este tipo de abordaje quirúrgico en la especialidad de Urología, lo cual favorece la mejora continua de los resultados en salud.

En concreto, el servicio cuenta con un ambicioso programa de cirugía laparoscópica y de una amplia especialización para su aplicación, según la diversa patología: vejiga, próstata, riñón y vías urinarias. Recientemente, incorporó la adenomectomia laparoscópica, como nueva opción para la intervención menos agresiva de próstatas de gran tamaño, también con el urólogo Francisco Rivera Muñoz a la cabeza. Además, el centro registró el año pasado otro gran avance en cirugía renal mínimamente invasiva a través de la aplicación de una novedosa técnica quirúrgica, la retroperitoneoscopia, que consiste en un abordaje laparoscópico que sustituye el acceso a través de la cavidad abdominal por la parte posterior del abdomen o lumbar mediante el espacio del retroperitoneo que da nombre a esta técnica.

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