La ITV rechaza un contrapeso como el que mató al gruista

El contrapeso de acero instalado en los parachoques de las grúas de Aussa para poder cargar vehículos más pesados es ilegal. Eso es lo que concluye la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) tras haber analizado uno de estos elementos colocados en una de las grúas de la empresa y que se investiga como la causa más probable de la muerte del operario de Aussa José María M. P., que falleció el pasado 30 de agosto cuando fue aplastado por un contrapeso similar mientras descargaba un vehículo en la Jefatura de la Policía Nacional.

Tres días después del siniestro, el 2 de septiembre, Aussa llevó una de las grúas -no la que sufrió el accidente, que está intervenida judicialmente- a la ITV de Gelves, donde el vehículo no pasó la inspección. Los técnicos apreciaron en la grúa hasta tres faltas graves: placas de matrículas y de servicio público ilegibles, y una "reforma de importancia realizada sin anotación en la TITV" (Tarjeta de Inspección Técnica de Vehículos). En cuanto a los defectos, el técnico de la ITV hace constar expresamente que el vehículo presenta un aumento de tara o peso de 350 kilos y un "contrapeso delantero no autorizado".

El sindicato CSIF denunció, después del accidente mortal, que los trabajadores habían observado cómo los contrapesos "se desmontaban para pasar la ITV y posteriormente se volvían a montar", y aunque esta forma de actuar no levantó sus sospechas, aún siguen sin conocer el motivo por el que se procedía de esta manera.

Lo que resulta evidente es que tras el accidente, la empresa sí mantuvo el contrapeso a la hora de llevar los vehículos a la ITV, con resultado desfavorable. La inspección se llevó a cabo después de que el juzgado que investiga el accidente haya pedido a Aussa toda la documentación relacionada con la homologación de este elemento colocado en la parte posterior del parachoques delantero.

De las seis grúas con más tiempo que forman parte de la flota de Aussa, todas llevan contrapeso salvo una que utiliza un brazo articulado, aunque este vehículo está inmovilizado por exceso de peso.

El pasado martes, 7 de septiembre, se produjo un nuevo incidente con el servicio municipal de retirada de vehículos, después de que la Policía Local inmovilizara otra grúa que operaba con el mismo contrapeso cuando fue requerido para llevarse un coche. El acta levantada por la Policía Local, a la que tuvo acceso este periódico, refleja que los agentes detectaron que al vehículo se le había practicado una reforma consistente en la colocación de una "plancha de acero de unos 120 centímetros de largo por 40 de ancho y cinco de alto" y que había sido "fijada aparentemente al chasis del vehículo". Los agentes procedieron al pesado de la grúa y detectaron un incremento de la tara hasta los 3.460 kilos cuando en la ficha técnica figuran 2.825 kilos. La grúa quedó inmovilizada en el depósito municipal.

La delegación de Movilidad del Ayuntamiento anunció ese mismo día que había subcontratado varías grúas privadas mientras Aussa procedía a certificar que su flota cumple la legalidad vigente. Los servicios con estas grúas, tipo batea -de las que se usan con coches accidentados- no fueron comunicados a la Policía Local. La mayoría de estos servicios han sido rechazados por los policías por varios motivos: que este tipo de grúas causan un daño al vehículo si éste no está libre, que para realizar la operación de carga hay que cortar toda la calle -son grúas grandes y de complicada maniobra- y en último lugar también se ha rechazado porque no entran en muchas calles, como por ejemplo en la calle Águilas.

La primera noche de servicio sólo se retiró una moto siniestrada y un coche que fue robado, pero no los vehículos mal estacionados.