IU tilda al PP de "heredero del franquismo" pese a apoyar la retirada de honores a Franco

El alcalde ayer intervino a primera hora del pleno en el punto que realmente le interesaba: el respaldo técnico y financiero al II Plan de Barrios que, además, contó con el voto unánime de gobierno y oposición. Dadas sus gracias, Alfredo Sánchez Monteseirín dedicó las cuatro horas restantes de la sesión a escuchar y a pasear. En un guiño a los periodistas, que le sorprendieron bastante jocoso por los pasillos del Consistorio, comentó: "Yo es que este discurso de Torrijos ya me lo sé". Y tanto.

El primer teniente de alcalde y portavoz del grupo municipal de IU, Antonio Rodrigo Torrijos, volvió a situar en el centro del debate político los peores pasajes de la confrontación ideológica escritos en la pasada etapa dictatorial que la Transición se encargó de superar. Torrijos aludió una y otra vez a la época franquista, no sólo por la moción que su grupo presentó para retirar los honores y distinciones concedidos por el Ayuntamiento de Sevilla en 1943, 1953 y 1974 al general Francisco Franco Bahamonde -que fue apoyada por todos los grupos, incluido el PP-, sino por las acusaciones que vertió contra la oposición, a la que se refirió como "herederos del franquismo" y "extrema derecha", en su sempiterna regaña ideológica, independientemente del punto del orden del día que estuviese en debate, en este caso, un acuerdo cultural con la ciudad de Cracovia (Polonia) y la aprobación de las tarifas del Taxi.

El debate sobre la retirada a Franco de la Medalla de la Ciudad y los títulos de alcalde honorario y vitalicio fue el epílogo de una sesión que Torrijos se encargó de calentar con alusiones a la Guerra Civil, la Dictadura franquista y los continuadores de aquella historia en la actualidad, el PP, en palabras de Torrijos. "Nosotros no abdicamos de nuestra historia, ustedes sí, primero ocultándose en la posición ideológica del centro cuando son de extrema derecha, y segundo, negando el correlato histórico que les retrotrae al golpe militar".

El primer teniente de alcalde incluso ensayó un tono irónico y de sorna a la hora de acusar a los capitulares del PP de ser "más de derechas que las almejas, que, por si no lo saben , expulsan el agua por la derecha"; rescató para la ocasión los poderes de Fraga, presidente de honor del PP, en los gobiernos con Franco, y tildó a Zoido de "fraude" por decir que su política no es ni de derechas ni de izquierdas.

IU presentó a Franco como "golpista, genocida, felón, cobarde y dictador que sólo merece el desprecio y la condena de los demócratas y amantes de la libertad" y lo vinculó con el asesinato de los alcaldes y concejales republicanos fusilados en la época del alzamiento junto a otros 15 funcionarios de la Corporación hispalense. "Tan sólo lamento que haya habido que esperar 33 años y un día para que este Ayuntamiento erradique para siempre a Franco", suscribió Torrijos, quien dudó incluso del respaldo a la propuesta dado por el PP. "Su partido vota en contra o a favor dependiendo de dónde esté, porque en el Ayuntamiento de Toledo su grupo rechazó retirar las distinciones a Franco", indicó.

El portavoz adjunto del PP Curro Pérez , encargado de dar la réplica a Torrijos, respondió que su grupo apoyaba la retirada de distinciones municipales otorgadas "tanto a este dictador, que sí, que sin problemas, como a otros que reciben subvenciones o a cuyos representantes se reciben en este Ayuntamiento" en alusión al cubano Fidel Castro.

Pérez alabó unas declaraciones del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que apoya "enterrar el franquismo en el olvido más absoluto" y recriminó a Torrijos su empecinamiento por instalarse en la fractura ideológica de la España de entonces: "Tiene usted poca altura; la sociedad, afortunadamente, nos va por delante en estas historias y es posible ver, incluso, a Monteseirines y Francos tomando copas".

El edil socialista Francisco Fernández, por su parte, elogió la importancia de la jornada "por ser un día de honor y gloria, sin revancha ni venganza", pidió al PP que se "esforzara" por "desligarse de esa parte de la historia española, porque creo sinceramente que a ustedes no les vincula nada" y puso el contrapunto material al debate: "Ya puestos, además de retirarle la medalla de oro podríamos pedir su devolución, ya que costó 9.750 pesetas de la época en 1943, cuando el sueldo medio de un trabajador al mes superaba tímidamente las 200 pesetas".