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Ingeniería sevillana en EEUU

  • Un doctor de la Hispalense consigue una beca Fulbright-Schuman y se convierte en el primer estudiante de una universidad andaluza en lograrlo

Pedro García Haro, a la derecha de la foto, junto al director de su tesis doctoral, Pedro Ollero de Castro.

Pedro García Haro, a la derecha de la foto, junto al director de su tesis doctoral, Pedro Ollero de Castro. / m. g.

Las energías renovables y sus investigaciones sobre cómo almacenar temporalmente electricidad de forma sostenible le han brindado a Pedro García Haro, investigador de la Universidad de Sevilla, la oportunidad de continuar con su trabajo en Estados Unidos gracias a una beca del prestigioso Programa Fulbright-Schuman. Es la primera vez que un estudiante de una universidad andaluza consigue una plaza en este programa, y el primero a nivel nacional en su rama académica, según apuntó ayer la Hispalense.

Esta beca, gestionada por la dirección general para Educación y Cultura de la Comisión Europea y el Gobierno de los Estados Unidos, y dotada con 20.000 euros, permitirá a García Haro, doctor en Tecnología Química y Ambiental de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad de Sevilla, desarrollar su proyecto en el Andlinger Center for Energy and the Environment de la Universidad de Princeton (EEUU) a partir del 1 de septiembre.

"Es una gran oportunidad. Para un investigador es vital poder desarrollar parte de su trabajo tanto en Europa como en EEUU", comentó García Haro, que imparte clases en la Escuela Técnica Escuela Técnica Superior de Ingeniería. "El centro al que voy es un referente en el estudio de las energías renovables, igual que el profesor que va a dirigir mi trabajo, Eric Larson", explicó. "Ya convencí a la Comisión Europea en Bruselas de la importancia de mi trabajo -titulado Estudio comparativo de la producción y almacenamiento geológico de hidrógeno para facilitar la implementación a gran escala de energías renovables en el mix eléctrico de los EEUU y Europa- ahora tengo que convencer a los americanos".

Según este ingeniero químico, la implementación de las energías renovables, principalmente la solar fotovoltaica y eólica, en el sector eléctrico está limitada por la falta de estabilidad y seguridad del suministro a la red eléctrica. Existen diversas iniciativas que buscan la optimización de la red eléctrica, así como avances en el almacenamiento temporal de electricidad (baterías). Sin embargo, no existe hasta la fecha ninguna solución tecnológica viable que permita prescindir de las actuales centrales eléctricas basadas en combustibles fósiles o energía nuclear. La razón es que las actuales tecnologías no permiten el almacenamiento de electricidad por periodos de tiempo superiores a pocos minutos, según explica el investigador, lo que resulta insuficiente para hacer frente a los periodos de inactividad de las energías renovables, como son las noches o los días de lluvia. Esto hace que la búsqueda de sistemas integrados de almacenamiento de energía sea una necesidad para el aumento de la cuota de energía renovable en el mix eléctrico.

"Para complementar la demanda de electricidad que no cubren las energías renovables se recurre a centrales térmicas de carbón", aclaró Pedro García. A través de su investigación, este doctor busca una alternativa que permita que todo el proceso sea sostenible y no sea necesario acudir a combustibles fósiles.

El investigador se propone analizar el uso de la estrategia conocida como H2 Balancing Capacity como una solución tecnológica ante el aumento previsible de la cuota de producción de energía renovable en la red eléctrica actual. Esta estrategia consiste en la producción de hidrógeno en plantas de gran capacidad empleando una combinación de combustibles fósiles y biomásicos, así como captura y almacenamiento de dióxido de carbono.

"El hidrógeno generado se almacenaría bajo tierra, en formaciones geológicas, y se quemaría luego para producir la electricidad necesaria durante los periodos de inactividad de las energías renovables", señala Pedro García, cuyo trabajo plantea también analizar los requerimientos del almacenamiento geológico de hidrógeno en los EEUU y Europa.

García Haro inició esta investigación hace 10 años, cuando comenzó su tesis doctoral, que obtuvo la máxima calificación, Cum Laude, además de una mención internacional, y ha desarrollado parte de su trabajo en Suecia, los Países Bajos, Irlanda y Alemania.

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