El mercado inmobiliario

Inversores nacionales a la caza de la vivienda en Sevilla

  • Compradores de Madrid y Barcelona vuelven a mostrar interés por los pisos usados del centro

  • Continúa la subida especulativa de precios en Triana, Los Remedios y Nervión

Pisos construidos en la segunda mitad del siglo XX en Sevilla.

Pisos construidos en la segunda mitad del siglo XX en Sevilla. / Juan Carlos Muñoz

El mercado inmobiliario en Sevilla vuelve a atraer a inversores nacionales. Tras superar la penuria económica de principios de esta década el sector de la vivienda usada goza de un repunte en el que juegan un papel importante tres factores: la subida de las ventas, el incremento de los precios en algunos barrios y el interés de diversos agentes por invertir en inmuebles de segunda mano situados en el Casco Antiguo. Esta situación de evolución hay que analizarla, sin embargo, con una satisfacción moderada, ya que el alza de los precios en bastantes ocasiones no está justificada debido a que la ansiada recuperación económica aún no acaba de llegar a los bolsillos de los futuros compradores.

Alegría moderada. Así podría resumirse el análisis del tercer trimestre de 2019 que ha realizado la Agrupación de Inmobiliarias Alianza Sevilla sobre la evolución que ha experimentado el mercado de la vivienda usada en la provincia durante dicho periodo. En estos tres meses ha continuado la subida de las ventas, prosigue el encarecimiento –especulativo y alarmista– en determinados barrios y, lo que resulta más llamativo, después de la crisis regresan inversores de otras ciudades interesados por hacerse con inmuebles de estas características en el centro hispalense.

Este último dato se explica por un hecho diferencial de la capital andaluza respecto a las grandes urbes españolas. Mientras en Madrid y Barcelona los precios de los pisos de segunda mano se dispararon inmediatamente después de que pasara la época más severa de la debacle económica, en Sevilla han estado, hasta ahora, conteniéndose. Ello explica que grupos inmobiliarios de la capital de España o de la Ciudad Condal se interesen por este tipo de inmuebles, con el fin de ponerlos a la venta a medio plazo, cuando su precio se haya revalorizado y se ajuste a la posibilidades reales de endeudamiento de los clientes. Se trata, en suma, de una operación bastante habitual en los años de la llamada burbuja inmobilaria y que ahora reaparece en el centro de la ciudad.

Fuera del Casco Antiguo, Bellavista sigue siendo el barrio donde más ventas se efectúan

Este interés inversor es el único que el grupo Alianza considera que puede justificar el encarecimiento que han experimentado los pisos usados en determinados barrios de Sevilla. Sin embargo, en la mayoría de los casos esta subida carece de lógica. Una tendencia que los expertos vienen observando desde la pasada primavera y que ha hecho saltar las alarmas sobre una nueva burbuja inmobiliaria. Por tal motivo, los responsables de Alianza piden que “se ajusten los precios a la realidad de la situación económica de los sevillanos”.

Una realidad que viene determinada por una recuperación de la que todavía no se han beneficiado las familias. No ha alcanzado el nivel doméstico, de ahí que los posibles compradores se muestren aún muy cautos a la hora de realizar cualquier operación inmobiliaria. Mientras que los salarios se mantengan congelados y las cifras del paro no disminuyan más, las ventas, aunque aumenten, lo hacen de una manera lenta y contenida.

Respecto a los precios, tras la caída del valor del metro cuadrado entre abril y junio, ahora se ha vuelto a recuperar, al llegar a los 1.392 euros, cantidad, no obstante, que se mantiene por debajo de la registrada en el arranque de 2018, que fue de 1.518 euros. A tenor de estas cifras, el coste de un inmueble usado de mediana extensión se ha situado en los 170.000 euros, lo que supone un aumento del 13%.

La subida, por supuesto, no ha sido homogénea en la capital andaluza, donde siguen observándose grandes diferencias entre los distintos barrios que la conforman. En el Casco Antiguo el precio del metro cuadrado ha alcanzado un máximo de 3.411 euros, una cantidad que, por elevada que parezca, se encuentra por debajo de los inmuebles usados situados en el centro de otras ciudades españolas, lo que se convierte en un atractivo para los inversores nacionales mencionados antes.

Bloque de pisos en la calle Imagen. Bloque de pisos en la calle Imagen.

Bloque de pisos en la calle Imagen. / Juan Carlos Muñoz

También se ha detectado una subida del precio en barrios como Nervión, Triana y Los Remedios, aunque en este caso, como se apuntó previamente, el alza obedece más a un movimiento especulativo que se aleja de la demanda y de las necesidades del mercado, por lo que los especialistas piden “moderación” a sus propietarios. El distrito con el metro cuadrado usado más asequible se encuentra en Cerro-Amate, cuyos barrios se sitúan entre los primeros de España con más índice de paro.

Respecto a las ventas, la Macarena y Santa Cruz han sido las zonas donde más operaciones se han efectuado. En el segundo barrio el empuje lo han protagonizado los inversores de fuera de la provincia. A ellos también se suma la Plaza de la Gavidia. Fuera del Casco Antiguo, Bellavista continúa como el lugar de más ventas de pisos de segunda mano. El precio del metro cuadrado en esta zona se ha situado en los 1.500 euros.

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