Montaner 'vuelve' a San Telmo
Calle Rioja
De palacio. Quien fuera consejero entre 1979 y 1995 con Escuredo, Borbolla y Chaves trabaja como arquitecto en la rehabilitación del hotel Alfonso XIII.
SÓLO Gaspar Zarrías lo superó en el tiempo de permanencia en el Gobierno andaluz pero Jaime Montaner es el único que ha sido consejero en los ejecutivos de Escuredo, Borbolla y Chaves. Este arquitecto choquero de nacimiento (Huelva, 1946) y alicantino de ascendencia familiar ha vuelto al Palacio de San Telmo, a sus inmediaciones. Junto a Antonio Lissen Ortega y Olga Fernández Montes, Montaner forma parte del equipo de arquitectos que dirigen la obra de rehabilitación del hotel Alfonso XIII, ahora entre andamios. La piscina da a los doce personajes esculpidos por Antonio Susillo que custodian la sede del Ejecutivo andaluz que fue palacio de los Montpensier y Seminario Metropolitano. La nobleza, el clero y el poder autonómico.
Jaime Montaner fue consejero de la Junta de Andalucía entre 1979 y 1995. Con un presidente de la Sierra Sur, el estepeño Rafael Escuredo, otro del norte de África, el ceutí Manuel Chaves, y el sevillano José Rodríguez de la Borbolla. Por orden cronológico, uno se hizo novelista, otro abogado y el tercero volvió a ser ministro. Montaner resume esos años, cuatro legislaturas apasionantes, con una frase lacónica: "Los ochenta fueron años magníficos, los noventa fueron espantosos".
Dejó la política y volvió a su profesión de arquitecto. Montaner empezó la carrera de Arquitectura en 1964. De la promoción de Antonio Ortiz y Antonio Cruz Villalón, los Monchi. Con el segundo compartió la práctica del baloncesto que a ambos les conserva el aire de deportistas. Josefina Cruz Villalón, hermana de su condiscípulo, ocupa en la actualidad la cartera de Obras Públicas de la que tantos años fue titular Jaime Montaner.
El hotel Alfonso XIII, obra de José Espiau Muñoz, fue salvado de la piqueta en su tiempo por el Colegio de Arquitectos. Desde los andamios, Montaner se asomará al palacio adyacente para evocar esa transición de los años magníficos a los del espanto. Coinciden estos últimos con su crepúsculo político y con el desalojo de Chaves (1996) de la Casa Rosa para realojarse en un piso de la avenida León XIII por imperativos de la pinza del PP e Izquierda Unida.
No le asustan las alturas. Sus padres son originarios de Calpe, población alicantina a la que pertenece el peñón de Ifach. Cambió el Mediterráneo por el Atlántico y en Huelva se afilió a la UGT el 11 de septiembre de 1973, el mismo día que el golpe de Pinochet acabó con el Gobierno y con la vida de Salvador Allende. Un año después se hizo del PSOE. Un día, en el hotel Inglaterra, me confesó que su socialismo era de corte alemán, suizo, socialdemócrata. Fue uno de los fundadores del estudio de arquitectos Demópolis. El gobierno de la ciudad, que suena a una utopía arquitectónica.
Sus memorias políticas no tendrían precio. En la Expo le hubiera gustado haber firmado tres pabellones antes que nombrar a los que hicieron cuarenta. Las servidumbres de la política. El encargo lo ha convertido en un arquitecto de cinco estrellas. En el hotel presidido por el Rey que inauguró la Exposición de 1929. El tatarabuelo de Leonor, que también es el nombre que utilizó su amigo y ex jefe Rafael Escuredo para titular una de sus novelas.
Con los tres arquitectos, aparecen en la ficha de la obra José Manuel de la Rosa y Sobrino, director de ejecución, e Ignacio Olabarri Fernández, director de la obra de instalaciones. Montaner sabía hablar en los mítines y elegir los cubiertos en los comedores de alcurnia. No cruzará la calle para volver a San Telmo, el hotel que rehabilita Vázquez Consuegra.
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por SO/Sotogrande Spa & Golf Resort
Contenido Patrocinado
Contenido ofrecido por Restalia