Un recluso de 27 años de edad ha aparecido este lunes muerto en su celda del centro penitenciario Sevilla-II, ubicado en Morón de la Frontera. La identidad del fallecido responde a las iniciales A. R. L. Ha sido hallado sin vida en su celda, tras el recuento ordinario de las ocho de la mañana. Así lo han confirmado a este periódico fuentes de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias.

Las mismas fuentes han indicado que el cuerpo del joven no presentaba signos aparentes de violencia cuando fue examinado por los médicos de la prisión y por el forense que hizo la inspección ocular. La prisión avisó al juzgado de guardia, que envió a una comisión judicial para que ordenara el levantamiento del cadáver. Por el momento se desconocen las causas de la muerte y se está a la espera de los resultados de la autopsia.

Este recluso había denunciado hace un año a unos funcionarios por unas supuestas amenazas de muerte, lo que llevó a que fuera trasladado a la cárcel de Huelva. Después fue enviado de nuevo a Morón de la Frontera. Su representación jurídica había pedido otro destino diferente y estaba tramitando actualmente una declaración de incapacidad.

Son ya nueve los presos que han muerto en las cárceles sevillanas en lo que va de 2019. Tres de ellos han fallecido en la prisión de Morón de la Frontera, cuatro en Sevilla-I y dos se quitaron la vida ahorcándose en el Psiquiátrico Penitenciario. Antes del verano se registraron tres muertes en menos de un mes, entre el 9 de mayo y el 7 de junio.

Estos tres fallecimientos ocurridos entre mayo y junio se debieron a sobredosis, lo que llevó a la Policía a sospechar que una partida de droga adulterada había entrado en las prisiones sevillanas. Los funcionarios han denunciado en numerosas ocasiones la situación límite que se vive en las cárceles.