Muere el teniente general Medina, ex jefe de la Futer en Sevilla

Llegó al cargo en 2011 para tomar el testigo de Virgilio Sañudo y lo pasó en 2014 a Francisco Javier Varela

El teniente general Medina posando en la Plaza de España.
El teniente general Medina posando en la Plaza de España. / Antonio Pizarro
Álvaro Ochoa

09 de enero 2022 - 11:55

José Ignacio Medina Cebrián (Palencia, 1951), teniente general del Ejército de Tierra, ha fallecido a los 70 años. Su dilatada y fructífera trayectoria militar le hizo alcanzar los más altos rangos, destacando su nombramiento en 2011 como Jefe de la Fuerza Terrestre (Futer). El teniente general Medina estuvo en el cargo hasta 2014, tomando el testigo de Virgilio Sañudo y entregándoselo a Francisco Javier Varela. Al cargo llegó tras ser jefe durante año y medio del Mando de Canarias. Una sucesión de cargos y cometidos que comenzó en 1969, cuando ingresó en el Ejército con 18 años.

Este militar palentino era diplomado del Estado Mayor y profesor de Educación Física. Estuvo destinado en los Regimientos de Infantería Motorizado "Tetuán 14", "Mallorca 13" y "Garellano 45", así como en el Regimiento de Cazadores de Alta Montaña "Galicia 64" y en las Brigadas Mecanizadas XXI y Guzmán el Bueno. Fue jefe del Regimiento de Infantería Mecanizada "Córdoba 10", jefe de la Brigada de Infantería Mecanizada "Extremadura 11" y jefe del Mando de Fuerzas Ligeras antes de aterrizar en Canarias y, posteriormente, en Sevilla. De la capital andaluza pasó a la reserva, al haberse cumplido diez años entre los empleos de General de Brigada, General de División y Teniente General como marca la Ley de la Carrera Militar. En ella permaneció hasta su reciente fallecimiento.

En esos tres años que dejó su huella en la Capitanía General, ubicada en el edificio de la Plaza de España de Sevilla. El teniente general Medina ya en su discurso de entrada recalcó que, debido a los tiempos que corren, "hay que adaptarse con urgencia a las nuevas normas, a los nuevos conflictos, así como a los nuevos riesgos; por tanto, no vale mucho vivir de recuerdos". Y añadió que "nos hemos educado en la austeridad y en esa línea debemos seguir trabajando". Él fue el responsable de la preparación y generación de todos los contingentes que se desplegaron en operaciones en el exterior, como las que se desarrollaban en el Líbano o Afganistán. Y de otros que forman parte de compromisos nacionales e internacionales, como el componente terrestre de la Fuerza Conjunta de Reacción Rápida, el Battle Group de la Unión Europea o las Fuerzas de Respuesta de la OTAN asignadas a España. El teniente general Medina mandaba en el 70% de las unidades del Ejército, con un total de 45.000 efectivos.

La principal preocupación de Medina durante su liderazgo fue "el nivel de preparación a alcanzar por nuestras unidades", tal como avisó en su discurso de acceso al cargo. "Todos y cada uno de los cuadros de mando y de los soldados tienen que estar en condiciones de participar en los distintos esfuerzos de su unidad y hay que estar preparados en todo momento", afirmo. El teniente general Coll lo definía como "dedicado, disponible, inteligente, sereno, trabajador infatigable y un largo etcétera de virtudes". Medina se marchó de Sevilla con palabras de gratitud: "Todos mis sentimientos se podrían resumir en una sola: agradecimiento. Agradecimiento a todos los jefes, compañeros y subordinados que he tenido. Agradecimiento a mis amigos no pertenecientes a la carrera de las armas. Agradecimiento a las familias de nuestros cuadros de mando y soldados".

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