los invisibles

"Odio eso de escritor y periodista, soy un periodista que ha escrito dos libros"

  • Raimundo de Hita. Ve cien motivos para perderse en Sevilla y encontrarse a uno mismo. Lleva el sevillismo en su nombre de delantera 'stuka' y su apellido de zaguero y arcipreste

Raimundo de Hita, con su libro, rodeado de potenciales lectores en el patio del CLIC, donde recibe clases de Inglés.

Raimundo de Hita, con su libro, rodeado de potenciales lectores en el patio del CLIC, donde recibe clases de Inglés. / josé ángel garcía

Tiene dos libros y nació dos veces. Raimundo de Hita (Sevilla, 1966), sevillano del Porvenir, ha publicado 100 cosas que hacer en Sevilla al menos una vez en la vida (Lectio Ediciones).

-¿Ha hecho las cien?

-Nunca hice un azulejo trianero.

-El capítulo 85 es 'Vive un derbi sevillano'. ¿Vivió el último?

-En el campo. Recuerdo el primero en Segunda División. Ganó el Sevilla, goles de Lora y Acosta. Lo vi con mi padre. Fila 9, asiento 63, Tribuna de Preferencia.

-¿Qué cuenta en su libro?

-Lo que no aparece en las guías de viajes.

-La Giralda sale en todas...

-El libro está hecho en Barcelona. Es un libro contra los tópicos, pero la Giralda más que un tópico es un símbolo.

-¿El tópico que más le molesta?

-Ése de que a las once de la mañana ya estamos bebiendo manzanilla. Lo leí en La piel del tambor de Pérez-Reverte y me fastidió muchísimo.

-¿La palabra Sevilla produce repeluco en algunos ámbitos?

-Lo del centralismo sevillano fue un invento de Pedro Aparicio y de Celia Villalobos. Esa historia del agravio comparativo les fue muy rentable políticamente.

"Nuestra civilización es romana, pero el trazo de la ciudad es árabe, las barreduelas se ven en Marrakech"

-Coincidimos una vez entrevistando a Juan Benet en un congreso de Carreteras. ¿Lo leyó?

-Tengo déficit de lectura desde que perdí el hábito de tanto leer periódicos cuando trabajé en el Ayuntamiento.

-¿En qué periodo?

-Trabajé en el grupo del PA durante la Alcaldía de Soledad Becerril y el primer mandato de Monteseirín. Cuando Alejandro se fue al Metro, trabajé con Mariano Pérez de Ayala.

-¿Qué tal con los alcaldes?

-La relación fue cordial. Cuando tuve la enfermedad, Alfredo Sánchez Monteseirín, en una etapa complicada para él, tuvo el detalle de inaugurar mi blog.

-¿Recomienda la Sevilla del 29 o la del 92?

-Soy un enamorado de la Sevilla del 29 y en el libro, además de a Chaves Nogales reivindico a Aníbal González. La Sevilla del Sur es consecuencia del 29. Barrios como el Porvenir, donde yo nací, Ciudad Jardín o Heliópolis. La Expo del 92 se hizo en un espacio sin identidad. No sé si esas infraestructuras que necesitaba Sevilla habrían llegado sin la Expo.

-¿Es Sevilla una ciudad literaria?

-No sé qué decirle. Yo no soy escritor, odio eso de escritor y periodista, sólo soy un periodista que ha escrito un par de libritos. Un verano me leí seis novelas, El rock de la calle Feria y La última noche, de Paco Gallardo, El hombre que esculpió a Dios, de Fernando Carrasco, Las campanas de Antoñita Cincodedos y Fin de semana en Etruria, de Julio Manuel de la Rosa, y 4 de octubre, de Miguel Andreu. Las seis discurren en Sevilla y he conocido a sus autores.

-¿Estuvo al otro lado?

-Estuve a punto de morirme. Hay un antes y un después. Echo de menos mi trabajo porque tuve que dejar de trabajar.

-Pero recibió el aire de la vida...

-Es el título del prólogo de Félix Machuca. Somos masoquistas los periodistas. Siempre con el tiempo pegándonos en la espalda.

-¿Sevilla árabe o romana?

-Nuestra civilización es romana, pero el trazo de la ciudad es árabe. Se ve en las barreduelas, que las encuentras en Marrakech.

-¿En qué Sevilla creció?

-El Porvenir. En los pabellones militares donde vivió Cernuda. Soy de La Paz, estudié en el colegio Alfonso X el Sabio. Viví seis años maravillosos en Badajoz.

-El día que salió este periódico el Betis le ganó al Madrid y el Sevilla perdió en Badajoz...

-Estuve allí y le dije a Miguel Ángel Moreno que me guardara un ejemplar. Las tres veces que vi jugar al Sevilla en Badajoz perdió. Una vez con dos goles de Munitis.

-¿Cómo surge la vocación?

-Mi padre quería que fuera militar. Paloma Gómez Borrero dio una conferencia en el colegio...

-¿Su segunda ciudad?

-La Habana. Cuando lleve tiempo sin aparecer o estoy muerto o que me busquen en la plaza del Triunfo de Sevilla o la de los Capitanes Generales de La Habana.

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