“Ofrecemos al paciente un modelo de asistencia ecléctico, desde todos los ámbitos”

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Diego Solano, director territorial de Andalucía de ITA Salud Mental, explica cómo detectar un trastorno de la conducta alimentaria en los jóvenes, problema que afecta en un 90% a las chicas

Diego Solano, director Territorial de Andalucía de ITA Salud Mental
Diego Solano, director Territorial de Andalucía de ITA Salud Mental
Marta Franco

02 de febrero 2023 - 03:00

A raíz de la pandemia de Covid-19 se habla más de salud mental, de bienestar emocional. Los adolescentes también han sufrido las consecuencias del confinamiento y de las limitaciones en las relaciones sociales que hemos vivido en los últimos meses, y los expertos han constatado un aumento entre los jóvenes de los problemas relacionados con la salud mental, como pueden ser los trastornos de la conducta alimentaria (TCA). Los centros especializados ITA Salud Mental ITA Salud Mentaltienen a disposición de los jóvenes y sus familias la Unidad de Salud Mental del Adolescente (USMA), ubicada en Sevilla, donde abordan de forma integral e interdisciplinar este tipo de problemas y otros relacionados. Hablamos con Diego Solano, director territorial de Andalucía de ITA Salud Mental.

–Se ha dicho que, a raíz de la pandemia, la salud mental en los adolescentes se ha agravado, ¿Cómo lo habéis constatado desde ITA?

–Así es, hemos visto claramente un repunte de los problemas psicológicos en la población general, han aumentado en un 50% las consultas en asistencia primaria por ansiedad, depresión... y en la población adolescente hemos visto un repunte también en problemas como trastornos de la conducta alimentaria, trastornos adictivos, jóvenes que no atienden a limitaciones sociales, más agresividad intrafamiliar, etc.

Cuando uno se siente mal y no se comunica de forma adecuada empiezan a tener conductas de alto riesgo, obsesionarse con el cuerpo, con la comida, aparece consumo de sustancias como drogas, alcohol, consumo irresponsable de ansiolíticos, todo eso ha hecho que aumente la demanda de unidades como la nuestra. La pandemia lo que ha sido es un gran estresor, un gran desencadenante.

–¿Influye también el uso continuado de los dispositivos móviles y las redes sociales en la salud mental de los chicos?

–Por supuesto. Es una generación en la que las relaciones y vínculos se han llevado a cabo a través de las redes sociales y las pantallas. Gracias a los dispositivos pudimos mantener vínculos con nuestros seres queridos, y muchos jóvenes han aprendido a relacionarse sólo con los móviles, de forma no presencialista, y por desgracia hay jóvenes que basan su autoestima en eso, que generan una vida idílica en la red pero luego su vida real es otra, se frustran cuando otros hacen cosas que ellos no pueden hacer, tener cosas materiales, vacaciones, etc. Esto genera una frustración constante en los jóvenes. Por eso la adicción a las nuevas tecnologías ha sido algo muy dramático en los últimos dos años. Hay que tener mucho cuidado con eso, porque desde que empiezan a tener redes sociales perdemos el control, no sabemos por donde navegan.

–¿Cómo se puede detectar un TCA?

–Cuando detectamos una patología alimentaria, los pacientes casi siempre, de base, ya vienen sufriendo alguna patología mental, como trastornos de personalidad, ansiedad, depresión, obsesivos compulsivos... Por eso, el trastorno alimentario, que afecta en un 90% a las chicas, es un intento fallido de resolver otros problemas emocionales que hay detrás: inseguridad, una baja autoestima, unos niveles de exigencias muy alto, que les cueste mucho expresar sus emociones… Viven las cosas muy intensamente pero luego tienen un problema a la hora de gestionar sus emociones.

Los cambios que conlleva un TCA pueden aparecer a nivel emocional, cambios de humor, a veces. Suelen ser niñas que se obsesionan mucho con los estudios, son muy exigentes con las notas, no toleran sacar un 8 o un 9, quieren ser perfectas. Empiezan a tener un discurso sobre sí mismas muy negativo, tienden a aislarse, muestran conductas de evitación social. Se trata de ver que algo le está pasando más allá de la comida, que hay un cambio emocional , todo lo ven mas negro, más negativo. Luego ya se preocupan mucho de la comida, de las cantidades, se empiezan a saltar comidas, o dedicar demasiado tiempo a ellas. También se puede dar la sobreingesta. Y hay que observar también si aparecen síntomas físicos.

Instalaciones de ITA en Sevilla
Instalaciones de ITA en Sevilla

–¿Qué nuevos modelos de tratamiento propone ITA?

Nuestros profesionales abordan las patologías de forma integral, desde el ámbito social, de estudio, el familiar… Intentamos ayudarles no solo a romper el conflicto, sino a ver cuál es el problema profundo subyacente. El nuestro es un modelo ecléctico de asistencia, en el sentido en que dentro de la misma unidad hay diferentes escuelas terapéuticas, trabajamos mucho con la familia que es muy importante para la recuperación del paciente, la historia de vida del paciente, usamos técnicas como el EMDR o Procesamiento del Trauma, trabajamos mucho con el grupo de terapia. La herramienta fundamental de nuestro tratamiento es la terapia de grupo, necesitan mucho la opinión de los demás, se ayudan entre ellos, se dan esperanza de recuperación unos a otros.

–Concrétenos: ¿Dónde está USMA y con qué plantilla cuentan?

–En Sevilla tenemos dos unidades de TCA: el centro de hospitalización que está en calle Vidrio, 32, en el centro. Y otra en Nervión, que es el hospital de día, consultas externas y programas ambulatorios. Entendemos que tenemos que dar una asistencia personalizada, adaptada a la gravedad de cada paciente, y tenemos hasta 6 niveles de intervención en función de la gravedad de cada caso. Están las patologías más severas, como un bajo peso extremo, conductas de riesgo, vómitos recurrentes, etc. Estos pacientes necesitan un tratamiento de hospitalización en el centro de Calle Vidrio, con 21 plazas. Luego, para pacientes con síntomas más leves, contamos con el Hospital de Día con 60 plazas, tenemos programas ambulatorios, grupos de terapias, un programa on line que implantamos en la pandemia, terapias personalizadas, etc.

Una de las pacientes realizando actividades de terapia
Una de las pacientes realizando actividades de terapia

Para todo ello contamos con más de 45 trabajadores. El grueso son psicólogos, con más de 16, luego tenemos tres psiquiatras, dos médicos de familia, nutricionistas, terapeutas... Se trata de un equipo muy amplio y completo, todos trabajan de forma interdisciplinar y coordinada y queremos incorporar próximamente un neuro-psicólogo para trabajar el Trastorno del Espectro Autista también.

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