Los beneficios que trajo el Plan Centro a Sevilla
Debate ciudadano
Los 206.000 vehículos que recorrían a diario el casco histórico cayeron a la mitad, y hubo menos tráfico, ruidos y contaminación, recuerda el ex edil de Movilidad que lo dirigió
Sevilla/La Sevilla de 2011, gobernada por la coalición PSOE-IU, logró reducir a la mitad el tráfico en el centro, aliviando la circulación de los autobuses (que hoy es tortuosa) en las calles del casco Norte, y rebajó las emisiones de CO2 y los niveles de ruido hasta hacer de la almendra central un lugar más habitable.
Todo ello gracias al Plan Centro, un proyecto pionero basado en el control de cámaras de videovigilancia que funcionó seis meses (hasta julio de 2011) y benefició a la ciudad, pero fue desmantelado sin piedad y sin un análisis serio por las presiones de la patronal de empresarios (CES) y del comercio (Cámara). Las cámaras no se desmontaron y se mantienen hoy activas, aunque con otro fin.
Así lo relataron este miércoles el ex concejal de Movilidad Francisco Fernández (PSOE) y la ex teniente de alcalde Paula Garvín (IU) en una mesa redonda a la que siguió un jugoso debate organizado por las entidades Amor de Barrio y A Contramano en la sala La Sin Miedo (avenida Cruz Roja 62) en el marco de la III Feria del Libro Ciclista de Sevilla.
206.000 vehículos en el centro
El estudio del Ayuntamiento en 2007 detectó que 206.910 vehículos se movían al día en el centro (109.964 de entrada y 96.946 de salida), equivalentes a una fila de 910 km lineales de coches hasta Barcelona.
El Plan Centro venía a aliviar este exceso y logró reducirlo a la mitad: un 48,54%.
Hasta febrero 2011 los 206.000 vehículos bajaron a casi 100.000, según los datos aportados por el ex concejal de Movilidad Francisco Fernández.
Menos contaminación
Cada uno de los 206.910 vehículos emitía 496,6 tn /CO2/día (18.125 tn/CO2/año). Con el Plan Centro se logró esta reducción de la contraminación: 241,04 tn/CO2/día menos (al año habrían sido 8.700 tn/ CO2).
La evidencia de que la ciudad ha retrocedido demasiado en estos últimos ocho años respecto a aquellos avances logrados y la certeza de que necesitamos volver a implantar aquel plan (u otro más amplio que llegue a las zonas centrales de todos los barrios) fue la demanda general del medio centenar de asistentes que llenaron la sala.
Menos ruidos
En 2007 sólo el 11% de las calles del centro cumplían el nivel de ruidos recomendable: 55 decibelios. En el resto la media de ruidos era de 66,5 decibelios y en algunas se detectaban picos de 72 decibelios.
El público expresó su tristeza por que la Sevilla de 2019, incluso con un gobierno socialista, esté muy lejos de aquellos hitos que alcanzó en movilidad sostenible y lamentaron que el equipo de Juan Espadas no se atreva a dar un paso en este sentido. Espadas y su concejal Cabrera (de Movilidad) se aferran a la falacia de que el PSOE perdió las elecciones por el Plan Centro y que mejor no tocar nada en Sevilla para no tener problemas con los grupos de presión, aunque el 72% de los sevillanos demanden una regulación del tráfico en el centro.
Tras la exposición del ex delegado de Movilidad, Reyes Tirado, la presidenta de la Red Sevilla por el Clima, respondió a la pregunta de si veía necesario ampliar el Plan centro o mejorarlo de alguna forma. Tirado defendió “ampliarlo y mejorarlo, y no sólo reducirlo al centro” porque debe ser un modelo de movilidad para toda la ciudad.
El ex edil Francisco Fernández dijo que él era partidario de no tocar el Plan como se concibió: que está bien como está porque redujo un 20% el tráfico nada más estrenarse y los barrios se beneficiaron desde el momento en que menos personas cogían coche para al ir centro.
Paula Garvín dijo que lo volvería a poner tal cual, aunque lo ampliaría también a los barrios. Y señaló que el mayor problema del tráfico en el centro es del casco Norte mientras la mitad sur está muy peatonalizada (“la política de movilidad distinta en la zona noble”, afirmó).
El turno del público lo abrió Eduardo Gutiérrez, de Ecologistas en Acción, quien recordó que en seis meses se redujo la contaminación en el centro de Sevilla, y su organización lo corroboró en las estaciones de calidad del aire de calle Pajaritos y Torneo.
Desde la activa asociación Sevilla se mueve, Jaime Sierra y Manuel Fernández incidieron en el contraste entre los avances en movilidad que logró el gobierno de 2011 en relación al actual, lamentaron que Espadas quiera regular ahora el tráfico de la calle Águilas sin un Plan Centro y reclamaron que la regulación del tráfico en el centro sería más eficaz si este se divide en cuatro sectores.
Un controlador de tráfico de Tussam certificó que el Plan centro dio fluidez a los autobuses y permitió dar un servicio de transporte de más calidad al haber menos tráfico.
El ingenierio Indalecio de la Lastra apoyó extender el plan a las zonas centrales de todos los barrios, y vaticinó que Europa acabará imponiendo a la ciudad una restricción del tráfico en el centro para reducir la contaminación. Y criticó que no se haya hecho en estos años por cuestión ideológica.
Para el arquitecto Antonio Barrionuevo, el Plan centro debe ser una realidad y Sevilla necesita una buena solución de movilidad para todo el área metropolitana.
Un ex empleado de Correos recordó la valentía de la ex alcaldesa de Tomares Antonia Hierro al peatonalizar en su día y propuso presionar al Ayuntamiento de Sevilla a que retome el Plan Centro.
El geógrafo Enrique Hernández señaló que en la Sevilla del Plan centro se empezaron a hacer cosas modernas (red de carril bici, peatonalizaciones, ....) que cambiarron la ciudad e hizo hincapié en los beneficios de una Sevilla más habitable para la salud de las personas, un argumento que han usado los tribunales para obligar a reponer Madrid Central.
Ricardo Marqués, líder de A Contramano, sostuvo que el Plan Centro y el carril bici fueron los grandes logros del mandato de Monteseirín, y si sobrevivió el carril bici fue por el movimiento social organizado que lo defendió, que no tenía el Plan centro, con lo que los enemigos de este aparentaron que había un rechazo social que no era tal. Marqués abogó por generar un movimiento peatonal potente que deje claro que la ciudad quiere un Plan centro.
José García Cebrián, el 'padre' del carril bici de Sevilla, señaló el sentimiento de orfandad de los asistentes al acto respecto a la gestión del gobierno actual, que podría volver a activar el Plan centro “porque no vale dinero y te da credibilidad” y lamentó lo que está costando que se hagan proyectos que están en el plan urbanístico.
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