La Policía confirma que la testigo protegida identificó al autor del crimen de la Botellona

El jefe del Grupo de Homicidios de la Policía Nacional ha confirmado este martes ante el jurado que la testigo protegida identificó en su primera declaración a Óscar Riquelme Rodríguez como el presunto autor del homicidio de Francisco José Guerrero en la fiesta de la Primavera del 25 de marzo de 2011.

El responsable de la investigación ha declarado que fue el testimonio de la testigo protegida, que se produjo al día siguiente, el que dio "certeza" sobre la autoría, que esta joven afirmó que "vio con toda claridad" cómo esta persona asestaba "uno o dos golpes a un chico que cayó al suelo", llegando a aportar incluso el nombre de pila del supuesto agresor.

El jefe del grupo ha señalado que la testigo explicó que había dos personas junto a la víctima, que se llamaban entre sí "Lear" -en alusión al menor de edad que protagonizó un incidente previo al apuñalamiento y que también fue investigado inicialmente- y "Óscar", y que fue de éste último, al que describió como una persona gruesa, del que partieron esos golpes con la navaja.

La testigo, según el funcionario policial, tenía "mucho miedo a declarar, a que se le pudiera reconoce porque sabe que el acusado es una persona agresiva" y a partir de su testimonio es cuando tienen el "convencimiento" sobre la posible autoría.

El agente añadió que también resultó de vital importancia para la investigación la declaración de Rubén B., un joven que "aportó un dato fundamental, porque ve a una persona gorda junto a Francisco José" y dice que esa persona es "la última a la que vio con la navaja en la mano".

El jefe de Homicidios también explicó que recibieron varias comunicaciones de otras comisarías en las que personas anónimas informaban de que el autor era Óscar -una de ellas apuntaba a que podía ser el menor acompañado de Óscar- y añadió que cuando se procedió a la detención del acusado éste se mostró "tranquilo, como el que está esperando a que le detengan".

El responsable de la investigación relató igualmente otro indicio contra el acusado, al asegurar que el mejor de edad, en su traslado a las dependencias policiales, le dijo a dos policías que el autor había sido el acusado. "Vaya marrón en que me ha metido el gordo, la navaja la llevaba el gordo y la tiró al río", fueron las expresiones que según el policía utilizó el menor, aunque luego no ratificó esas declaraciones.

En la sesión también declararon otros dos policías que acudieron en el primer momento al Charco de la Pava ante el aviso del apuñalamiento y que, a preguntas de la fiscal, describieron la situación que se vivía en la macrobotellona de la Fiesta de la Primavera como caótica. Uno de estos testigos dijo que había "mucha gente, peleas y un gran alboroto", que la situación era de "locura y auténtico descontrol", mientras que su compañero explicó que la situación estaba "desbordada, con dos o tres mil personas borrachas y consumiendo estupefacientes".

Estos agentes indicaron que todos los testimonios que recogieron en un primer momento ya apuntaban a que el agresor pertenecía a un grupo de chavales de San Juan de Aznalfarache e incluso uno de los policías señaló que hablaron con un joven que había recibido un botellazo en la cabeza por parte de este grupo. El joven comentó que "los mismos que le habían agredido acompañaban a uno que había dado la puñalada" a la víctima. Este testigo describió igualmente al agresor como una persona de 1,80 metros de estatura, grueso y que vestía ropa de color negro, descripción que coincide básicamente con la del procesado.