La Policía detiene al atracador que se fugó con tres rehenes en un coche

La Policía detuvo ayer al atracador que el pasado 23 de agosto asaltó una sucursal de Cajasol en Santa Clara y se dio a la fuga en un vehículo haciendo tres rehenes, dos de ellos niños de corta edad. El sospechoso del atraco ha sido identificado como Fernando C. V., según confirmaron a este periódico fuentes policiales, que explicaron que fue capturado a primera hora de la mañana cuando llevaba a su mujer al trabajo.

Tras el arresto de Fernando C. V., que cuenta con algunos antecedentes, la Policía procedió durante la mañana de ayer a la práctica de varios registros domiciliarios en busca de pruebas incriminatorias, sobre todo el arma que se empleó en el robo y el botín del mismo.

Uno de los domicilios inspeccionado está ubicado en la barriada de Torreblanca, donde reside el detenido, aunque la Policía también se trasladó a la vivienda de su madre, en Los Pajaritos. Según las mismas fuentes, ambos registros resultaron negativos.

La Policía imputa al detenido sendos delitos de robo con intimidación y secuestro, y se espera que el individuo sea puesto a disposición de la autoridad judicial entre hoy y mañana, una vez culminen las actuaciones policiales.

El atraco se produjo sobre las once y media de la mañana, cuando el individuo irrumpió en una oficina de Cajasol ubicada en la calle Fray Marcos de Niza armado con una pistola. El individuo logró hacerse en la entidad con un botín de 6.000 euros y, a su salida, detuvo un Opel Vectra de color gris, en el que viajaba una mujer con sus dos hijos, a la que obligó mediante amenazas a que reanudara la marcha.

Un empleado de un supermercado que presenció esta acción intentó retener al atracador, pero tuvo que desistir al ser amenazado con el arma de fuego.

El individuo obligó a la conductora, que incluso fue encañonada, a que le llevara hasta la avenida de Andalucía, donde se apeó del coche y continuó a pie hacia la barriada de Los Pajaritos. La Policía trata de averiguar ahora si el sospechoso pudo ocultarse inicialmente en la vivienda de sus familiares en este barrio. Tras ser liberada, la conductora del vehículo regresó con sus dos hijos pequeños hasta la sucursal bancaria de Santa Clara, donde fue asistida de una fuerte crisis de ansiedad.

El grupo de Atracos de la Policía Nacional se hizo cargo de la investigación del atraco, mientras que la unidad de Policía Científica tomó huellas en el coche para tratar de identificar al asaltante, que llevaba el rostro cubierto por lo que en un principio no se pudo contar con una descripción física del mismo.

En el curso de la investigación, la Policía tomó declaración tanto a la conductora que fue secuestrada en su coche como a los empleados y clientes del establecimiento bancario que se hallaban en el interior de la oficina en el momento en que se produjo el atraco.