La Policía sólo encontró sangre de Marta en la cazadora de Miguel
Los agentes llegaron a recopilar 153 evidencias biológicas en el piso de León XIII, pero ningún resto sanguíneo a pesar de que el asesino confeso dijo que fue allí donde la mató
La Policía Científica sólo halló restos de sangre que coinciden con el perfil genético de Marta del Castillo en la cazadora del asesino confeso, Miguel Carcaño Delgado, pero no se localizó ningún vestigio sanguíneo de la víctima en el piso de la calle León XIII donde se cometió el crimen.
El sumario del caso recoge informes científicos que revelan que a lo largo de la investigación se han recogido hasta 153 evidencias biológicas de Marta del Castillo y más de 30 perfiles genéticos, algunos de ellos mezclados con sangre de Marta, tal y como reconoció esta semana el jefe superior de Policía en Andalucía Occidental, Enrique Álvarez Riestra.
De la totalidad de las muestras recuperadas únicamente se ha localizado sangre de la víctima en el forro interior de la cazadora de corte militar que Miguel Carcaño llevaba puesta la tarde del crimen y que pudo transferirse desde el cenicero con el que, según el joven, golpeó a la adolescente en la cabeza tras una discusión. El asesino confeso siempre ha ubicado el escenario del crimen en su vivienda de la calle León XIII, pero en el inmueble la Policía Científica no ha logrado encontrar ningún otro resto de sangre.
Los investigadores siempre han considerado que, después del crimen, los imputados procedieron a la limpieza de los restos y huellas. En un primer lugar, esa función fue atribuida por el menor de 15 años que está internado en un centro a Javier Delgado Moreno, hermano de Miguel Carcaño, pero el asesino confeso ha tratado de exculparle desde el primer momento. En la cuarta versión de los hechos que ofreció Carcaño en septiembre pasado, el principal implicado llegó a sostener que fue él mismo quien se quedó aquella noche limpiando el piso de León XIII mientras su amigo Samuel Benítez se deshacía del cadáver en el coche de un familiar suyo.
Algunos expertos policiales consultados por este periódico aseguran que, con los actuales métodos de trabajo de la Policía Científica, si hubiese quedado algún resto de sangre en la vivienda de León XIII, además de la que había en la chaqueta, se habría detectado con seguridad pese a cualquier intento de borrar las evidencias, por mucha limpieza que se efectuara.
Desde los primeros momentos de la investigación, el escenario del crimen se situó en el piso de León XIII. Supuestamente, según las cuatro versiones de Carcaño, Marta murió allí de un fuerte golpe que él mismo le asestó y que, de ser así, tendría que haber dejado a priori alguna evidencia en forma de resto sanguíneo.
En el piso de León XIII sí que se han localizado otras muestras biológicas de Marta, tales como ADN, cabellos y otros fluidos. Así, los investigadores localizaron restos genéticos de Marta en el tensiómetro con el que, según Miguel Carcaño, comprobó que la joven no tenía pulso y había fallecido tras la agresión.
También se halló ADN en la silla de ruedas que, según la versión del asesino confeso, se empleó para sacar el cadáver de Marta del domicilio e introducirlo en un coche. Sin embargo, estas muestras han sido halladas en la empuñadura del carrito, lo que introduce nuevas dudas en la versión facilitada por el principal sospechoso.
Entre las evidencias biológicas encontradas por la Policía Científica no sólo hay huellas genéticas de Marta del Castillo y de su asesino confeso. También se han encontrado en el piso de León XIII restos del menor de 15 años implicado en el crimen, concretamente en la mesa del ordenador de Miguel Carcaño. De este adolescente también aparecieron huellas en una botella de ron recogida en uno de los registros practicados en este domicilio.
También se han encontrado restos de ADN de la novia del hermano de Carcaño, María García, en un esparadrapo y una alargadera encontrados en el piso. En este cable también aparecieron huellas del asesino confeso. En su anterior versión de los hechos, Miguel Carcaño expuso que fue el menor quien mató a Marta y lo hizo estrangulándola con el cable de una alargadera.
En cualquier caso, estos indicios sólo apuntan a que tanto el menor amigo de Carcaño como la novia del hermano de éste habían estado en el piso de León XIII, sin que sea posible precisar si las huellas son anteriores o posteriores al día del crimen, cometido la noche del 24 de enero.
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