Sánchez Monteseirín: 12 años de alcalde y 32 años de vida municipal

Calle Rioja

La Feria de San José de la Rinconada reunió a Antonio Muñoz, del equipo de Espadas, e Isabel Otero, de Cultura de Diputación, paisanos del alcalde saliente.

Antonio Muñoz, detrás de Espadas con el grupo municipal socialista.
Antonio Muñoz, detrás de Espadas con el grupo municipal socialista.
Francisco Correal

09 de junio 2011 - 05:03

Hay que empezar diciendo que la Feria de San José de la Rinconada es magnífica. Un homenaje a la convivencia entre gustos y generaciones. En la calle Petenera ponen una caseta llamada Jártamo de Cante que es mucho más que una caseta de Feria. Unos camareros con una profesionalidad encomiable atienden a unos clientes que son sus amigos, sus familiares. Es caseta de Feria, pero hay momentos en que podría ser un café parisino.

Fue en esa caseta donde el pasado fin de semana enhebré esta teoría rinconera de la política. San José de la Rinconada nació en torno de la azucarera y lo que fue pedanía le trata de igual a igual al municipio matriz. En La Rinconada nació en 1957 Alfredo Sánchez Monteseirín. El mismo año que meses antes vino al mundo en Montellano Juan Ignacio Zoido. El año que nació el cronista y que murió Bogart. Ninguno de los tres, para qué nos vamos a engañar, vinimos a sustituirlo.

La Rinconada es cantera de políticos de la capital. Sin salir de esa caseta, allí estaban los rinconeros Antonio Muñoz, director general de Turismo de la Junta incorporado al equipo municipal de Juan Espadas en el Ayuntamiento, e Isabel Otero, directora del área de Cultura e Igualdad de la Diputación de Sevilla y alma organizativa del Bloom's day que cada año -sólo falta una semana para el próximo- conmemora la acción del Ulises de Joyce.

Este municipio fue en tiempos el Dublín de Sánchez Monteseirín. Mañana no sólo termina sus doce años como alcalde de Sevilla. En realidad, le pone fin a 32 años de incesante vida municipal desde que tras las elecciones municipales de 1979 obtuvo con 21 años plaza de concejal en el Ayuntamiento de Burguillos. Al de La Rinconada llegó ocho años más tarde. Ya estaba allí como jovencísimo concejal Antonio Muñoz, que había estudiado Económicas en Málaga y con 22 años inició una trayectoria municipal que ahora quiere reverdecer en el equipo de Espadas.

En La Rinconada volvieron a ganar los socialistas. La senda la brió Enrique Abad, político de la quinta de Monteseirín. Es el único municipio de la provincia que tiene sus cuentas a cero. En tiempos de crisis económica, es un aval político de primera fila. El alcalde saliente de Sevilla se estrenó después como concejal en Mairena del Aljarafe. En este caso no se repitió la fórmula. Después de una larguísima época de alcaldes socialistas, el catedrático de Termodinámica y padre del microclima de la Expo Valeriano Ruiz, el maestro de escuela Antonio Martínez Flores -buen amigo, me encargó una postal de Navidad para sus vecinos con un dibujo de Antonio Badía- y Antonio Conde, éste cede su puesto por primera vez en la reciente historia de Mairena a un edil del PP, Ricardo Tarno, en tiempos concejal del Ayuntamiento de Sevilla.

Tendrá tiempo el alcalde que nació el año que murió Bogart para regresar a su pueblo, a su trilogía de municipios donde fue concejal antes de ser alcalde de 103 términos al frente de la Diputación Provincial. Le sucede en la Casa Grande un hombre de su cosecha cronológica, que no política. En eso sí hay continuidad. La quinta del 57.

"Mal empieza Zoido en Sevilla, cambiando las farolas. Así empezó Teófila Martínez", me dice un buen amigo. Las farolas de Cádiz deben ser de una calidad sublime, porque le han dado a la montañesa cinco mayorías absolutas consecutivas, a costa de cuatro socialistas: Fermín del Moral, María de la O Jiménez (que después trabajó en el gabinete de Monteseirín), Rafael Román en dos ocasiones y Marta Meléndez. Teófila conoce los entresijos de la teoría rinconera de la política. La metafísica del carisma.

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